El destinado

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Amigos en común, la forma mas cliché de conocer a alguien. Loki no se había ilusionado lo suficiente, no lustró sus zapatos, ni escogió su mejor camisa, vaya, tampoco se había lavado el cabello. Estaba un poco malhumorado (como siempre que se prestaba a esto) hasta que lo vio entrar, rubio, alto, fornido, un tipo como esos con los que siempre había soñado, el ideal inalcanzable, el inexistente. Se maldijo repetidamente por no haber llegado más arreglado a la cita y observó a su alrededor, la agraciada competencia.

En cuanto Thor lo vio, dejó caer un par de neuronas, golpeó su cabeza contra un muro haciendo que el omega olvidara sus resquemores y se riera un poco de él.

Música para sus oídos.

Fue el encuentro casual convenido, conveniente más interesante que había tenido en su vida, no solo por el compañero atractivo que se había echado. Fue la química. Habían pasado la mayor parte de la velada riendo fuerte, escandalizando a los comensales de las mesas cercanas con sus miradas intensas y sus besos sonoros.

Demasiado, demasiado rápido. Loki no podía evitar pensar en eso ¿pero por qué? Nunca se había molestado en parecer interesado la primera cita, complicaba las cosas un poco, a los alfas les gustaba lo difícil pero con este alfa había hecho una excepción. Quizá no fuera conveniente pero no podía esperar a quedarse solos para verse atrapado entre esos brazos. No le importaba fingir necesidad, en realidad se sentía muy necesitado.

Thor lo llevó a su casa, estaba hechizado por sus formas, sus modales y vaya a saber por qué más. No quería perder tiempo, no podía dejar pasar esta oportunidad. Sin embargo no estaba en su naturaleza ser impulsivo, un paso a la vez. Loki no era cualquier omega. Cuando llegaron, el alfa estacionó y se quedó pensando las palabras. No pudo evitar sin embargo que su cuerpo actuara por motus propio. Su mano alcanzó sin querer la pierna de Loki dejando caer sus dedos extendidos hacia el bulto de éste.

Loki se estremeció ante su tacto, el rubio no lo dejó salir del automóvil y él quería saber por qué.

—No suelo hacer esto, quiero que lo sepas, traer omegas a mi casa y no quiero aprovecharme de tu estado de vulnerabilidad. Si en algún momento quieres que nos detengamos, solo dilo. Golpeame fuerte si lo necesitas, yo no responderé agresivo, te respetaré en cada momento que lo exijas, dejaré las puertas sin llave para que te puedas marchar cuando quieras. Si antes de entrar ya estás arrepentido, te llevaré de igual forma adonde me pidas y no te forzaré a hacer nada que no quieras.

Parecía un discurso de alfa recitado de memoria, a Loki no pareció importarle demasiado pero en el fondo lo agradeció. Estaría bien, él ya lo había investigado. Thor Odinson era un alfa decente con un trabajo estable y libre de antecedentes. Y por lo que veía, de trato gentil. Y por lo que veía, terriblemente encantador.

No había estado buscando algo más, nunca lo había hecho, él no se sentía digno de pertenecer a otra manada que no fuera su familia. La amabilidad con que Thor se expresó lo hizo sentirse en confianza, como si fuera uno de los suyos. Eso le gustó.

........

Loki parecía extasiado, reconoció el olor de Thor dentro de la sala algo camuflado pero ciertamente el suyo predominaba. A medida que caminaban a la habitación incluso iba dejando una estela a su paso como avisando, como previniendo.

"Este omega es mío"

No pudo evitar cerrar los ojos al sentirlo. Había pasado toda la noche besandolo, incluso antes de entrar al cuarto un roce suave como bienvenida. Ahora era diferente, más íntimo, profundo, al cerrar la puerta de la habitación solo pudo sentirlo a él.

Ni siquiera tuvo que pedirle que encendiera las luces, Thor lo hizo. Una pequeña lámpara con la iluminación justa. Luego las manos del rubio fueron intercalando caricias por aquí y por allá, bajando cada vez más sin detener los besos hasta terminar apretujando dolorosamente sus gluteos.

One shots thorkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora