One shots thorki

El fin

Entonces Loki no supo por qué pero sintió malestar, buscó entre sus cosas un aliciente, algo que le permitiera seguir trabajando en el encargo que le había hecho Odin pero alguien había cambiado todo de lugar y se desesperó. Fue a buscar a madre pero no la halló. Tampoco estaba la guardia custodiando su puerta, ni la puerta de Frigga, ni la puerta de Thor. No había nadie en los pasillos, ni en la galería, ni en la cocina, ni en el salón. No había nadie en ninguna parte.

- no se me hace gracioso- dijo- me siento mal, necesito ayuda.

Nadie respondió.

Resopló y fue al cuarto de sanación. Encontró allí los empastes que él había preparado el día anterior y se hizo un té con ellos. Tenía un sabor repulsivo pero le hizo bien. El dolor cesó.

Ya era de noche, retornó al palacio completamente a oscuras y comprendió que estaba solo.

Completamente solo en Asgard. No había un alma en todo el reino más que la suya. Los animales que Odín resguardaba en sus jardines habian desaparecido, los caballos del establo también. Los perros, las aves, no había nada.

Loki comenzó a inquietarse. Intentó llamar a Heimdall pero no sintió su presencia. Marchó al Bifrost y lo halló sin custodia. Se acercó a la espada y por instinto hizo girar el mecanismo.

El Bifrost se abrió, un destello de luz lo cegó por unos segundos y cuando volvió la vista, ahí estaba Thor.

Había estado llamando a Heimdall durante meses. El tiempo pasaba distinto donde él se encontraba. Ni bien vio a Loki lo abrazó con fuerza y no lo soltó. Por varios minutos. Loki comprendió que Thor estuviese aliviado de verlo y lo dejó hacer. Luego Thor le contó que todo habia muerto a su alrededor, los animales, las personas, lentamente la naturaleza se estaba desquiciando. Las plantas comenzaron a crecer exageradamente, a competir entre ellas, a destruirse unas a otras.

Ahora que estaba en Asgard se sentía en paz. Le prometió a Loki que lo ayudaría a establecerse, a buscar qué comer, a limpiar. Loki solo quería leer y que Thor lo atendiera.

En la monotonía, volvieron a ser amigos, como cuando niños. Volvieron a dormir en cuartos aledaños. A veces, cuando Thor se sentía triste, los truenos se adueñaban del cielo de Asgard y amenazaban con romper todo. Loki se quedaba en el umbral de la puerta del cuarto de Thor, vigilandolo.

- no te vayas a volver loco.

Thor le sonreía y lo invitaba a dormir con él.

En la soledad que experimentaban empezaron a confundir lo que sentían. O no tanto.

Loki se alejaba de él y Thor lo perseguía. A veces, Loki se iba sin avisarle y Thor lo buscaba durante semanas, sin descansar, sin darse tregua y cuando lo hallaba, volvía a abrazarlo como la primera vez. Loki se sobresaltaba, le hacía creer que estaba todo bien pero luego se ausentaba. Nuevamente, se alejaba de él y Thor volvía a desesperarse.

La última vez, Thor no lo soportó y lloró. Amargamente, por horas. Finalmente, se levantó y decidió no volverlo a ver.

Siguió con su vida como acostumbraba, pasaron los meses, y un buen día Loki reapareció. Estaba triste porque Thor no lo había buscado. No entendía por qué y Thor no podía explicarle. Ahora que lo volvía a ver después de intentar olvidarlo, ya no estaba seguro de soportar más.

Antes que volviera a alejarse, Thor le pidió que acabara con su agonía. Loki le respondió que no entendía y Thor se lo confesó.

Lo amaba o creía amarlo, no podía estar seguro, solo quedaban ellos dos para siempre en medio de la nada. No sabía que hacer, como apagar lo que pasaba. Si era correspondido, podrían llevar una vida juntos, lo que les quedara de ella. Si no sentía lo mismo que él, ya no quería verlo.

- vamos al Bifrost, gira la espada y lánzame lejos de aquí. Nunca te llamaré, destrúyelo todo. Así me olvidaré de ti.

Le dio dos días para pensarlo y se fue. Thor se arrepintió pronto de haberle dado dos días pero ya no quiso volver. Vio en los ojos de Loki, desprecio, se acercó al puente arco iris y experimentó el goce de saberse muerto. Ya no le importaba el Valhalla, no iba a luchar contra Loki para conseguirlo. Solo quería morir.

A lo lejos, Loki pareció adivinar su pensamiento y corrió a detenerlo. Lo sujetó del brazo muy a tiempo y le reclamó la estupidez que iba a hacer.

Iba a dejarlo solo, él no quería estar solo, quería estar con él.

Lo llevó al palacio y hablaron. El cielo oscureció y empezó a llover. Thor estaba triste otra vez y Loki lo confortó.

No fue fácil, Thor no era sensible, no sabía como tratarlo, como hacerlo, Loki tuvo que enseñarle todo. Fue más dificil que enseñarle a leer. Pero lo consiguió. Thor le demostró que podía ser todo por él.

Después solo durmieron. Cada uno por su lado. Al despertar, el deseo volvió con más fuerza. Loki volvió a encenderlo, llevó el miembro de Thor a la boca, a su boca y comenzó a besarlo, a lamerlo mientras Thor lo miraba, otra vez con su cara de tonto, entre confundido e ingenuo. Esta vez se soltó y permitió que también Loki lo disfrutara. Esta vez Loki también lo recibió y pareció encontrarle el encanto. No era nuevo para él pero era nuevo con él.

Fue sincero con Thor, le correspondió. Llegaron a pasar días sin comer, extasiados, solo mirándose. ¿Eso era amor? Loki no lo sabia, Thor ahora estaba seguro de que lo era. Se atormentaba pensando en el día en que Loki dejara de ser feliz y lo abandonara. Loki era feliz y no lo iba a abandonar. Pero no se lo decía, lo callaba.

- te amo- no podía imaginarse diciendoselo a Thor. ¡Que espanto! El dios de las mentiras enamorado de Thor. Se reía de solo pensarlo y cuando reía, a Thor se le iluminaba el rostro.

Thor llenaba su copa, traía sus manzanas, lavaba su ropa. En todo lo que hacía solo encontraba la felicidad de Loki. Y la suya.

Así fueran sus vidas toda la eternidad.

Pero un día Loki enfermó. Fue repentino y no le dio a Thor tiempo para nada. No quiso dejarlo solo, Loki protestó. No había en sus libros nada que lo ayudara. No habían comido las manzanas de Idun en cientos de años. Estaba muriendo.

Loki se esforzó, tomó la mano de Thor. Clavó sus ojos en él, reprimió una risa.

- te amo...

Thor enfureció, tomó a Mjolnir, Loki sus dagas. Se puso de pie como pudo. Atravesó el cráneo de Thor de una estocada y Thor lo fulminó con el martillo.

Fue en un instante, que placer haberse conocido. No olvidarán cuando cayeron y perdieron la vida los dos.

Las valquirias los llevaron, los condujeron lejos. Vieron el palacio dorado, a Odin, a Frigga, Thor encontró a sus amigos.

En un segundo, la eternidad fue suya. Ya no volverían a separarse nunca más.