One shots thorki

En Nueva Asgard

*algún día será un long fic*

Ahora que estaban en Midgard, sus ciclos reproductivos se habian vuelto mas inestables. Le costaba horrores mantenerse sereno cuando en medio de una reunión para conocer los nuevos movimientos y proyectos de la comunidad, sentía chorrear líquido de sus partes cada vez que correspondia a la mirada intensa de Thor. Y ay de él si tenía que ponerse de pie y exponer algún asunto de extrema importancia, como la locacion y construccion definitiva de los nuevos departamentos. Tenía que pedir que le armaran un improvisado atril y ayudado por el camuflaje de su ropa asgardiana, lograba sentirse a salvo de las miradas inquisidoras de la plebe. Sobre todo de la de Thor.

Eran días dificiles para ambos. Loki se llenaba de emociones frecuentemente, lubricaba a mares, sentía con intensidad deseos de fornicar con Thor pero a la vez se refrenaba. Ambos eran un cóctel explosivo de fertilidad, estaba seguro de que no saldría bien librado de una batalla así, terminaría cargando una condena para el pueblo y condenando a un hijo a ser una anomalía, una imperfección como lo era él.

Loki había intentado muchas veces explicárselo a Thor pero éste parecía no dar crédito a sus palabras o no entenderlo, se arrimaba a Loki con cualquier pretexto, surcaba con sus grandes manos (masculinas, proveedoras) la cintura, las nalgas de Loki, se apoyaba en éstas y lo sorprendía cubriendo su cuello de besos ruidosos y húmedos. Este sonido y el toque de Thor eran suficientes para volver loco al pelinegro. Tenía que hacer un gran esfuerzo para rechazarlo y casi siempre era motivo de discusión. La mano de Thor se aferraba con fuerza sobre la muñeca de Loki y éste se sentía morir bajo el regaño del mayor. Simplemente no era capaz de comprender su brutal necesidad de abstinencia.

Como fuera, Thor no desistía. De día se mantenía ajeno a sus ansias mundanas, se detenía a revisar como marchaba el funcionamiento de la pequeña nueva sociedad, cada detalle era imprescindible y debía ser calculado y reformulado. La provisión de agua potable, la red electrica y la puesta en funcionamiento de su pequeño espacio de debate público. Thor se sentía a sus anchas, hacerse cargo de su pueblo representaba ahora un desafío y a él le gustaban los retos. No todo debía ser sangre y guerra, no todo era perdición y muerte. También había esperanza, había regocijo, había ilusiones repartidas entre las nuevas familias, nuevas labores, responsabilidades. La corte ya no era un monton de soberbios funcionarios detenidos en pasar las tardes sin hacer nada. Ahora las damas debían arremangar sus vestidos, meter las manos en el lodo, limpiar la tierra, sembrar, dar de comer a los animales, hacerlos pastar, arreglar compuertas y los hombres, construir, levantar bloques, paredes, cavar pozos, medir distancias, hacer planos y si les quedaba tiempo, podían hallar algún modo de divertirse.

Los más jóvenes se portaban como zánganos, bebían con torpeza y empezaban a hablar sin medirse. ¿de dónde habían sacado el alcohol? Los líderes de la comunidad no lo sabían pero los estragos causados eran evidentes y ya habían decidido como castigarlos pero los acusados habían hallados a ultimo momento el beneplácito de algunos de los más cercanos a Thor y fueron sobreseídos.

El único que de algún modo se hallaba lejos de este predicamento era Loki, aun rebosante de juventud, no compartía los mismos gustos que sus congéneres. Tenía la cabeza en otras cosas, a veces alegres, a veces terribles dependiendo de su época reproductiva. De día compartía con Thor el mismo interés por el bienestar del nuevo Asgard pero de noche...

De noche, Thor se transformaba, era impulsivo, arrogante, complicado. Regresaba a la casa improvisada que había construido para habitarla él con Loki, cerraba la puerta con tranca y se pasaba la mitad de la noche, forcejeando con Loki jugando a la guerra y al amor.

Loki lo ignoraba o trataba de, se acostaba completamente vestido pero buscaba el contacto con él, necesitaba sentirlo cerca, lo requería. Jadeaba un poco al sentirlo ponerse duro como una roca y trazar lineas en sus nalgas, era inevitable, quería darse vuelta, besar su piel, abrirse de piernas y dejarse llenar por su hombría pero no debía. Loki sufría pero Thor ignoraba ese sufrir. Para él esto era un juego, si perforaba uno o los dos agujeros, que por alguna razón estaban ahí puestos, para hacer uso de ellos, nada iba a pasar. Loki podía poseer ambos pero era tan hombre como él. Thor lo sabía, conocía su pasado, las mujeres que amó, aunque todas fueron antes de que su periodo de fertilidad surgiera y sus preferencias cambiaran, Loki las amó, hizo uso apropiado de su pene, cogió y deseó con el mismo desenfreno que hoy le perturbaba en Thor. Pero amó. Ahora sufría porque su anhelo de fertilidad era grande, aunque Thor intentaba rebatirlo:

- Loki, los hombres no fueron hechos para concebir en su vientre. Tus miedos son exagerados, nada te va a pasar. Ven a disfrutar conmigo, cerremos este dia perfecto, vamos a darnos un banquete.

Levantaba la manta y encontraba el colchón empapado con los jugos de Loki, su lubricación excedente era un invite perfecto, el olor que desprendía se colaba a través de sus ropas, invadía el lecho, atormentaba a los dos por igual. Thor se aprestaba a iniciar el juego, se quitaba la ropa seguro de poder convencer a Loki de dejarse penetrar y chocaba de lleno con su negativa y sus evasivas.

Loki se resistía cada vez con más violencia terminaba atrapado en sus brazos, rompiendo en llanto y entonces Thor lo liberaba, frustrado, limpiandose con el puño las lagrimas que lloraba en silencio por no soportarlo. No soportaba en realidad amarlo y no sentirse amado, desearlo y sufrir su rechazo.

Ya no lo quería, no así, no le servía.