One shots thorki

Mi amor te mantendrá despierto esta noche

Pequeño relato que participó en un concurso, olvidé publicarlo acá

No era su culpa, no lo era. No podría nunca echarselo en cara y regodearse de su humillación. Ambos habían sido obligados a esto, forzoso por el bien de sus pueblos. Thor había querido ayudar a los jotuns abriendo caminos al comercio, compartiendo con ellos su misma prosperidad pero Laufey era desconfiado y Odin creía que el monarca de Jotunheim aprovecharía la guardia baja para asestarles el golpe de gracia.

Se habían unido solo para contentar los ánimos belicosos del Consejo jotun y del rey Odin pero Thor lo aceptaba porque desde niño había sentido una profunda empatía por los mal llamados "monstruos de hielo" y la necesidad de hacer algo, un bien por aquellos que carecían de todo fue más fuerte que él.

Loki lo despreciaba con todo su ser. Había sido rebajado de todos sus títulos rimbombantes para ser su concubina, la compañia de un aesir que se creía un lider comprensivo y caritativo. Él no podía soportarlo.

La noche en que los encerraron para que consumaran su matrimonio, Loki enseñó sus uñas y dejó que Thor probara el filo de sus dientes. Hizo sangrar sus labios y dejó cardenales en sus brazos. No permitió que se volviera a acercar a él ni lo mirara siquiera.

Después solo se comportaba arisco, escupía sobre su comida y era hiriente al responderle. Thor intentaba no parecer impaciente en intimar pero le repelía ciertamente el trato de Loki. No podía sentirse encantado por el compañero tan hostil que le había tocado.

Laufey descubrió pronto que el aesir aún no había tomado al rebelde de su hijo como compañero y enfureció con los dos. Amenazó con romper la alianza e intentar una invasión sin precedentes sobre Asgard. Eso solo hizo que Loki se indignara más y tramara una forma de revancha que dejara al aesir y a su propio padre, mal parados

Si todos querían que le diera un hijo, él se lo daría pero bajo sus condiciones. Buscaría un ejemplar sembrador de su raza y se haría llenar por él. Thor no tendría oportunidad contra la semilla de un jotun. Su hijo sería puramente de su raza, no el vástago de un aesir. Así enviaría un mensaje elocuente. Ningún tratado podría obligarlo a entregar lo que él no estaba dispuesto.

Býleistr siempre estaba cerca velando por él. Laufey lo había mandado a servir como su guardia personal y como espía de paso. En otros tiempos, Loki ni siquiera se habría vuelto a mirarlo pero ahora el tiempo apremiaba y la urgencia de cometer la fechoría lo hizo buscarlo y atraerlo a su propia carpa de descanso.

Tuvo que entregarse después, esa misma noche, a Thor como un trofeo, permitir que lo manoseara y disfrutara su piel. Volvió a doler la intromisión pero evitó quejarse, sólo pensó con dicha en el momento en que el principe asgardiano cayera derrotado por su infidelidad.

Loki había creido al principio que su esposo lo tomaría con violencia, que se vengaría en un golpe por todas las humillaciones que había pasado en la convivencia pero no fue así. Luego de un par de días, comprobó que el fuego de Thor era muy difícil de apagar y que el deseo de éste por tener un hijo en común crecía conforme su convivencia se volvía más agradable y Loki se dejaba admirar y festejar.

- No importa lo que digan, eres hermoso de todas formas. Ya lo verán todos, nuestros hijos serán luceros. Aún con tus ojos o mi piel, una mezcla agridulce, serán hermosos y sabrán tanto de nuestros pueblos que jamás podrán concebir un mundo sin nuestra alianza.

Lo vio entonces feliz de haber domado su temperamento y cada día que pasó después de su confesión, lo único que hizo fue besar sus pies y adorarlo sin miramientos. Thor volvió a ser el que era antes que la boda se arreglara. Se había comprometido a dirigir el refugio para los huérfanos de la Gran Guerra y preparar las tierras donde se asentaría la nueva ciudad aliada. Los jotuns podrían usar la nueva tecnología, sembrar la tierra fértil y adaptar el ganado a sus necesidades.