Lactancia

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Cayeron sus rizos desechos y culpó a Thor, de ahora en adelante él sería el depositario de todos sus reclamos. Debajo de él encontró la manta del bebé ¿en qué movimiento de su cuerpo había terminado allí? No importaba, ahora el bebé dormía plácidamente y eso era un alivio.

—Que bien come, lo haces muy bien, Loki.

A Loki no le gustaba que lo viera así y no es como si fuera una escena desagradable, a Thor le parecía encantadora. Igualmente se agitó sobre la cama cubriendose por completo. Ahora no quería enseñar nada.

—Te duele.

Loki rodó los ojos, era evidente que le ardía cada vez que el bebé lo atrapaba pero ya le habían explicado que era normal, igualmente no podía evitar dar pequeños saltos anticipándose al movimiento y a Thor le parecía aún más adorable. Si por él fuera se quedaría mirándolos arrobado, dándoles toda su atención pero tenía obligaciones también muy específicas y lo lamentaba.

—Respeta la cuarentena —Loki reclamó haciendo que Thor se volviera, perplejo.

—¿Por qué lo dices? Yo no...

—Estás mirándome con esos ojos, yo te conozco.

Thor sonrió.

—Dijo la sanadora que airees tu pecho, Loki.

—No mientras me estés mirando con esos ojos.

—Loki, te juro que tu honor está a salvo conmigo.

—No con esos ojos.

—Están sensibles, airealas.

Loki lo hizo, intentando que Thor no pudiera apreciarlo pero falló. El otro era terco pero consideraba a Loki hermoso de todas formas y como fuera. Aún así, amamantando a un bebé que aunque dormido no quería soltarse.

—Es tan parecido a tí que me molesta.

—Es que todo tú eres delicioso, Loki.

Lo besó esperando reconfortarlo un poco antes de marcharse, un beso rápido, una probada a su boca que se volvió un poco más intensa y más larga de lo esperado. Loki se desesperó un poco pero no perdió los estribos, empujó a Thor con suavidad. El bebé ya lo había soltado y era libre. Se levantó de la cama y llevó a Thor al sofá, sentado en sus piernas continuaron besándose un rato más hasta que golpearon la puerta. Maldita sea pero era lo mejor. Querían llevarse a Thor a rastras al trabajo y Loki se rió de ellos.

Thor volvió a cerrar la puerta, miró a su hijo y luego se volvió a Loki con la bata ligera abierta mostrando los senos rebosantes de leche. Quería besarlos, exprimirlos, bombearlos en su boca, devorarlos... pero se contuvo a tiempo. Quizá más tarde si lo necesitara, si dolieran de llenos, podría ayudarlo a vaciarse.

One shots thorkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora