Are you satisfied?

Capitulo 4

Era un evento bastante agradable, mi mamá acaparaba toda la atención de mi hermano, así que los dejé un rato solos para que se pusieran al día.

Estaba sumergida en mis pensamientos hasta que una  mano entró en mi campo de visión y me tendió una lata de cerveza.

-Gracias, pero no la voy a aceptar, aún no me recupero de la resaca de ayer- levanté mi mirada y otra vez era el chico del tatuaje de tigre

-Si, mis zapatos lo saben muy bien- Se llevó la boca de la botella de agua a sus labios -¿Qué sucedió con el dueño de la motocicleta?

Que vergüenza.

Sentí mi rostro enrojecer por recordar la escena que monté ayer, no me arrepiento de haberlo hecho, pero si que de él me haya visto en uno de mis peores momentos de mi relación con Shuji.

-Tuve una pequeña pelea con mi novio y por los efectos del alcohol me dejé llevar - No es mentira, solo una verdad a medias.

Sé que perdonarlo no fue la mejor decisión que pude haber tomado, pero realmente amo a Hanma y toda mi vida la comparto con él.

-Digamos que te creo- le dio un trago más al agua y se acomodó a mi lado, pegando su cuerpo un poco al mío -¿Ya se arreglaron?

-Si, ya estamos bien.

Algo en su mirada delataba que no me creía.

-La próxima vez dale a él y no a sus cosas- me susurró al oído antes de alejarse.

Pude sentir como su labios rosaron levemente mi oreja y los vellos de mis brazos se erizaron al sentirlo.

Me quedé ahí parada intentado hacer que mi cerebro reaccionara y se olvidara de esa sensación que me dejó Kazu con el menor roce.

-Vaya al fin dejaste a Hanma, bien por ti.

La voz de mi hermano hizo que volviera al espacio-tiempo al que pertenecía.

-No seas idiota Wakasa aún salgo con él.

Por un lado mis papás ricos no aprobaban mi relación con él, puede que sea por el dinero o simplemente que deseché todo mi futuro que ellos habían construido para mí por seguir al chico malo de la motocicleta y los tatuajes. Y por el otro Waka conocía a mi novio por su reputación en las calles, la cual no era muy buena.

Pero él se reformó y hasta ahora llevamos una relación estable, aveces.

-Entonces olvida mi comentario- hizo una pausa -No te merece.

Aún recuerdo cuando me espantaba indirectamente a los chicos que se me acercaban, yo siempre iba detrás de él cuando estaba en los Black Dragons y Wakasa tenía fama de ser violento, por eso cuando los hombres se me acercaban y se daban cuenta de que era la hermanita del temible Leopardo Blanco salían huyendo al lado contrario.

El único que le dio igual con quien estuviera emparentada fue a Hanma, después de todo a él lo apodaban el Dios de la Muerte.

-A tus ojos nadie me merece, además Hanma es un buen tipo y tiene un trabajo estable.

-Un trabajo estable no lo es todo Mei.

Si claro, lo dice el niño bonito de mamá. En su vida ha tenido un trabajo que requiera una rutina, desde que se emancipó a vivido de su fideicomiso.

A mi me quitaron el mío cuando huí con Shuji, me costó mucho trabajo volver a poner un pie en la casa.

Shinichiro tenía a todos entretenidos con las divertidas historias de sus viajes, también contó un par de historias vergonzosas sobre Wakasa, quien solo cubría su rostro para disimular el color rojo.

El sonido del timbre hizo que fuera a ver quien era y esperaba que fuera mi novio.

Ahí estaba Hanma con su traje que solo usaba para cerrar negocios importantes, un par de mechones le caían en la frente, también llevaba sus gafas puestas. Todo ese outfit contrastaba con los tatuajes de sus manos.

-Perdón por la tardanza nena- me dio un beso mientras pasaba a la casa -Pero el cliente era más quisquilloso de lo que creímos.

Estaba tan embobada con su outfit que le perdoné el hecho de llegar tarde.

-Me encanta como te ves en traje.

En respuesta me dio una sonrisa coqueta y me acercó a él, tomándome por la cintura y besándome.

-Acabemos con esto cuanto antes.

Entrelazamos nuestras manos y nos acercamos a mi familia.

Él sabe muy bien que no es del agrado de los señores Imaushis.

-Hanma que alegría que llegarás, creía que no vendrías- Claro que vendría, se lo había dicho a mi mamá cuando recién llegué.

Era una suerte que mi novio viniera tan formal, eso le daba puntos extra con mi madre. Lo hacía parecer importante.

-Si perdón por la tardanza- posó su mano en mi cintura -Pero estaba en un trato importante del que no me podía zafar, pero no podía decepcionar a mi chica- Dejó un pequeño beso en mi cien y tomó la lata de cerveza que Waka le ofreció.

-Hanma esperó que trates bien a mi hermana- Wakasa no pudo haber dicho nada más estúpido.

-Cómo la reina que es.

Después de una incomoda charla con mi familia. Hanma se fue a conversar con Izana, el otro hermano de Shinichiro. Ya estaba cansada así que le mandé un mensaje a mi novio para decirle que ya casi nos íbamos.

-Tú novio parece importante- de nuevo estaba a solas con Kazutora, ese chico tiene pies de gato, porque nunca lo escucho venir -No parece la clase de tipo que conduzca una moto.

-Es solo el disfraz que le obligan usar en su trabajo.

-Tiene buen gusto- lo dijo mientras me miraba de la cabeza a lo pies sin disimular un poco.

¿Me estaba coqueteando?

-Nena el taxi llegó- Hanma miró a mi acompañante con su peor cara y le tendió la mano a Kazutora -Hanma Shuji

- Hanemiya Kazutora- Le dio un apretón de manos para nada amistoso. -Un placer, nos vemos Mei.

Me despedí de mi familia y de los invitados.

Ambos salimos tomados de las manos y apenas si nos subimos al vehículo los celos hablaron por él.

-¿Conoces al loco?

-Se amable Shuji, él es el responsable de que anoche llegué sana a la casa de Senju.

-Le voy a enviar una puta canasta de agradecimiento... con mi puño en ella.

-¿Quieres que te recuerde porqué me subí a la moto de un extraño?- son las consecuencias de sus actos para nada planeados.

Hanmá bufó y soltó mi mano, poniendo una barrera entre ambos.

El resto del camino no nos dirigimos la palabra, y tampoco insistí en hablarle.

Aún así lo perdoné y él es quien se enoja por una tontería.