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Capitulo 21

Esta mañana recibí una llamada de mi hermano, se escuchaba muy alterado y decía que le urgía hablar conmigo, apenas si me pude librar del trabajo y fui a su departamento.

Ni siquiera tuve que tocar la puerta cuando Wakasa ya me estaba esperando en la entrada. 

-Estoy en problemas, Mei- se miraba muy alterado, ansioso y asustado.

Debía de ser algo grave porque recordando las veces que me dijo eso había quebrado el jarrón más costoso de nuestra mamá cuando tenía 14, también chocó el deportivo de nuestro padre cuando él tenía 16, a los 19 metió su motocicleta a la piscina y un sin fin de travesuras que terminaban con un castigo monumental por parte de nuestros papás.

Entré a su casa y Wakasa no paraba de ir de aquí para allá, jalando su cabello, caminaba en círculos y mordiendo su paleta que solía llevar en la boca.

-Wakasa para ya, que me estás mareando- además su ansiedad se me estaba contagiando.

-Mei metí la pata- eso no es raro, todo el tiempo lo hace.

-Si, ya lo mencionaste pero no me has dicho porque- Ya comenzaba a preocuparme, al contrarío de lo que parece él no es misterioso.

-Mei tengo un hijo- creo que escuché mal. -Di algo.

-Perdón hermano es que creí haber escuchado que tienes un hijo.

-No estoy jugando, tengo un hijo.

¡Mierda Wakasa!

-¿Desde cuando?- ¿Qué se supone que va a hacer? Dudo que su trabajo de medio tiempo en el gimnasio pueda ayudar a mantener sus gastos y la de un niño. ¿Cuándo pasó? ¿Quién es la madre? ¿Qué edad tiene el niño? ¿ O aún no ha nacido? Tengo muchas preguntas, pero siento que si se las digo se pondrá peor.

-Es una niña, tiene seis años- Wakasa por fin se sentó a un lado de mi, parecía un poco más calmado. Probablemente necesitaba hablar con alguien.

-¿Por qué no me lo dijiste?

-Porque no sabía que existía, ni si quiera era mi novia- volvió a morder su paletita -Nos acostamos un par de veces pero fue todo.

-No seas idiota Waka, cuando se tiene sexo existe la posibilidad de un embarazo- Ni si quiera le voy a preguntar si uso condón ó no.

-¡Ya lo sé! Pero hace una semana me contactó y dijo que estaba buscando al papá de su hija, pero que necesitaba una prueba de paternidad porque había dos hombres más- trataba de escucharlo, pero mi mente estaba imaginando los mil escenarios posibles que podría suceder en caso de que esa prueba diera positivo -Yo acepté sin problemas porque ¿Qué tanta posibilidad existe de que sea el padre? Mierda, Mei ¿Qué voy hacer?

-¿Tienes una foto de ella?- Wakasa desbloqueó su teléfono y me lo pasó mostrándose una foto de una niña pequeña, ¿aparte de esa cara quería otra prueba de paternidad? Se parece muchísimo a mi hermano cuando estaba pequeño, la forma de los ojos cansados, su sonrisa simplona y ese tono rubio tan característico que heredamos de nuestra madre. -¿Qué piensas hacer?

-¡Mierda!- Genial ya comenzó a caminar en círculos otra vez -Necesito un empleo nuevo- Yo sonreí instintivamente, conozco perfectamente a mi hermano y sé que jamás se olvidaría de una responsabilidad así y tampoco dejaría sola a la chica con la crianza de La Niña. -¿Eres la gerente del hotel cierto?

-Wakasa solo soy la recepcionista- él tendría que hacer la única cosa que nos prometimos que no haríamos cuando nos salimos de vivir con nuestro padres, pedir su ayuda.