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Capitulo 32

Después de decirle a Kazu que se casara conmigo hizo un pequeño berrinche diciéndome que él debía ser quien me propusiera matrimonio, parecía alterado y muy nervioso, tanto que terminó despertando a Hana con su discurso incoherente. Pero al final terminó aceptando mi pobre propuesta de matrimonio.

A mi mamá no le pareció la idea, ella aún quiere que me case con alguien rico, en cambio mi papá se ofreció a pagar la boda alegando que era su deber cómo padre hacerlo y bueno Wakasa es caso perdido porque pensando que yo no lo estaba viendo le levantó el dedo medio a mi prometido.

Empezamos con la organización de la boda dos semanas después del cumpleaños de Hana, primero se venía mi graduación así que la boda quedó para el mes próximo después de que me reciviera de la escuela.

No queríamos nada muy grande y tampoco demasiado llamativo, los dos somos personas sencillas y con una bebé que las nueve pm ya está babeando el hombro de alguno de sus papás, no nos podemos dar el lujo de trasnochar en una fiesta.

Cómo ya es costumbre salimos los tres a pasear por el parque cerca de la ciudad, Hana iba en los brazos de su papá encanta con las pequeñas flores de cerezo que caían sobre nosotros.

Kazutora agarró una y la puso en el cabello de la bebé resaltando sobre su color platinado

-Así te ves más bonita- su papá le dio un beso en su regordeta mejilla rosada.

Dejé que se me adelantarán algunos metros para poder tomarles una foto de espaldas, en definitiva esta sería mi nueva pantalla de bloqueo.

-Mei te vas a perder vamos- me estiró la mano y entrelacé nuestros dedos.

-No es gracioso Kazu.

-¿Ah no?- se encogió de hombros y me sonrió de lado -Yo creo que soy un excelente comediante.

-¿Hijo?- una voz masculina habló detrás nuestro y ambos volteamos.

Era un hombre que aparentaba rondar los 50, con un traje y muy bien arreglado. Lo que más me llamó la atención es que mi prometido y él tenían practicamente la misma cara.

-Mei ten a Hana- Kazu tomó una posición de alerta y se puso delante nuestro -¿Qué quieres?

-¿Es tu hija?- no podía ver nada porque me tapaba por completo con su cuerpo.

-Si, te pregunté que es lo que quieres.

Quería ver detalladamente el rostro del hombre pero no podía porque si me movía a la derecha Kazutora también lo hacía y me tapaba.

-¿No puedo hablar con mi hijo?

¿Él es su papá? Ahora quiero verlo aún más.

-No- su tono era filoso, la única vez que lo escuché hablar así fue cuando peleó con Hanma.

-al menos deja conocer a mi nieta- el brazo del señor se coló a un lado de Kazu, pero mi novio reaccionó rápido y le detuvo la mano.

-No te atrevas a tocarlas.

-Mamá- Hana lloró y le estiraba los brazos a su papá, la bebé estaba muy asustada.

Kazu me abrazó y me arrastró del otro lado del parque mientras consolaba a la bebé que no paraba de llorar.

Nos detuvimos cerca de los juegos infantiles porque yo ya no podía seguirle el paso, estaba alterado y lo llegaba a desconocer.

-¿amor estas bien?