Capitulo 5 🍋

3.4K 311 52
                                    

🍋Advertencia de Lemon 🍋

Llegamos al departamento y cada quien hizo su rutina nocturna por su lado, metiéndonos a la cama sin hablarnos y sin ceder porque nuestro orgullo no nos lo permitía.

-Mei- me lo dijo en un tono algo dulce, por experiencia sé que me va a pedir cuando me habla de esa forma.

-¿Qué sucede?- acomodé el cobertor aterciopelado sobre mi y le di la espalda.

-Vamos, algo rápido, prometo no tardar- se acostó de cucharita a mis espaldas, metiendo su mano debajo de la blusa de pijama y acariciando mi abdomen.

-Hanma contigo nunca es algo rápido- al no ser una respuesta clara para él lo tomó como un si y sin que pudiera hacer algo ya lo tenía sobre mi, besándome sin ningún cuidado, después de cinco años de relación el sabía exactamente las cosas que me volvían loca de él.

Morderme los labios ligeramente, restregar nuestras entrepiernas sobre la ropa y lamer desde mi clavícula hasta mi cuello, esos eran mis puntos débiles.

Iba a ceder ante su capricho, sé cuánto le gusta pelear conmigo porque lo que más disfruta es la reconciliación, pero esta vez van a ser bajo mis términos.

-Esta vez yo llevaré el control.

-Lo que pidas reina- dejó mi cuello y con la mano le indiqué que se acostara a mi lado, me subí sobre su pelvis y seguí besandolo eufóricamente.

Él me tomaba por la nuca y me obligaba a respirar el aire que él soltaba, porque no había espacio para nada más entre nosotros.

¿Sexo por reconciliación? Tal ves.

Hanma quería quitarme la blusa, pero no le dejé. Mi sexo mis reglas.

-No puedes tocar nada.

-No seas mala conmigo- hizo un enorme puchero que lo hacía parecer cómico.

Sentía su miembro crecer a través de su pantalón de algodón. Yo me aproveché y me empecé a mover encima de él, la tela era un impedimento para los dos.

-Mei, déjame tocarte, sabes que me encantan los juegos previos.- me rogaba, jalaba el elástico de mis shorts y enganchaba su dedo a ellos.

-No, nada eso Hanma.

Me quité la blusa y dejé mis pechos al descubierto, a él le encanta amazarlos y besarlos, pero hoy solo le tocaba mirar.

-Mierda, que buena vista.

Me levanté levemente para quitatle su pantalón y bóxer, dolería al momento que entrara en mi, porque como no me había lubricado lo suficiente iba a ser incomodo, al menos el lubricante del condón nos iba a ayudar un poco.

Me di la vuelta para sacar uno de los preservativos de nuestro cajón y ese momento de distracción fue suficiente para que Hanma nos diera la vuelta y se pegara a mi espalda con su cuerpo desnudo. Con una mano masajeaba mi pecho, con la otra iba haciendo pasó hacia mi vagina atravesando mi ropa de pijama.

-Mi chica está siendo mala...- Hanma chasqueó los dientes y siguió hablando -Papi va a tener que castigarte.

Me prende que se llame así mismo papi.

Introdujo uno de sus dedos y lo empezó a mover masajeando mi punto g, conforme me lubricaba más metía un dedo, terminé con tres  dentro de mi y suplicando que no parara, que siguiera hasta que la cama se mojara.

Me besaba el cuello y dejaba un par de mordidas, marcando mi piel y gravando su nombre en ella.

Yo gemía ante su toque y él me decía obscenidades al oído, acompañando mi nombre de gemidos roncos.

-Ahora si, estás lista para recibirme.

Volvimos a nuestra posición anterior, yo sobre él, sostuvo mis caderas y con ayuda de su mano entró en mi en un solo movimiento.

Me quedé quieta unos segundos hasta que mi cuerpo se acostumbrara a tener algo dentro.

Yo movía mis caderas de arriba hacía abajo y con ligeros movimientos de adelante hacia atrás, cambiando el ritmo mientras trataba descifrar que combinación de movimientos le gusta más.

-Ah~ Hanma.

-Que bien te mueves bebé... ah~ sigue así- sus dedos se encajaban en mis caderas, era un dolor placentero.

Con sus manos ayudó a acelerar los movimientos pero no era suficiente para él, necesitaba más y eso significaba que hiciera el trabajo pesado.

En un movimiento rápido y sin separarnos, terminé bajo él, tomó mi pierna y lo subió hacia su hombro.

-Mei, te sientes muy bien- sus dientes tomaron uno de mis pezones y no lo soltó hasta que chillé del dolor.

Empezó a embestirme rápidamente yo gemí y el gruñía. La habitación estaba inundada de los sonidos de nuestros cuerpos y gemidos.

Los dos llegamos al orgasmo al mismo tiempo, mencionando el nombre del otro y desplomandonos en nuestras sábanas mojadas

-te dije que sería rápido...- su percepción del tiempo está muy distinta a la mía - tenemos que ducharnos.

El "tenemos que ducharnos" significa que habrá una segunda ronda, nunca le es suficiente con una.

Salió de mi y nos pusimos de pie para ir a nuestro baño.

Pero en ningún momento vi el látex en su miembro, su color brillante se debía a mis líquidos y no al preservativo.

-¿Shuji y el condón?

-Joder, olvidé ponérmelo...- las únicas veces que lo dejo venirse dentro es para su cumpleaños o navidad y siempre es con mi permiso - Mañana te compro la pastilla.

-Eres un idiota, solo espero que este pequeño lapsus no se convierta en un problema de dos pies.

Lo último que necesito es un pequeño Hanma creciendo dentro de mi, quitándole el poco espacio a mis órganos y condenandolo a que mi mamá no lo quiera por no tener un apellido de una familia importante.

Me fui a dormir con la incertidumbre de que pasaría con nosotros como pareja si agregamos un nuevo miembro más a nuestra caótica relación.

Nunca hemos hablado de tener hijos, mucho menos de casarnos, yo le tengo un terror a casarme después de que haya tenido una argolla en mi dedo por varios meses.

No estoy hecha para el matrimonio.

Ya era de día y en el buró junto a mi había una pastilla junto con un vaso de jugo. Al parecer había salido temprano el día de hoy. Pero le doy puntos por haberme comprado la píldora.

Me tomé la pastilla y fui a mi closet, hoy era mi día de descanso y ayudaría a Wakasa a buscar un departamento, por ahora vivía con nuestros padres y conociendo a mi hermano eso no duraría mucho.

Es un alma libre y la mansión Imaushi aveces se sentía como una jaula.

Are you satisfied?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora