Capitulo 23

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Hice un repaso mental de todo lo que llevaba en mi pequeña maleta de mano, bloqueador, toallas, un cambio de ropa y solo por si acaso un repelente de mosquitos.

Me puse mi bañador y unos shorts, pensé en ponerme una blusa, pero iba con mi novio y también quería broncearme un poco, así que no tendría que preocuparme por cuidarme.

Apenas iba a salir cuando vi mi cabello hecho un desastre, me hice una trenza porque con la humedad de la playa lo más probable es que se me esponjara.

Antes de salir del departamento le puse suficiente agua y comida para el resto del día a Sushi, dentro de poco le va a tocar que lo castre, ya le preguntaré a mi novio sobre los cuidados cuando llegue el momento.

Cerré la puerta con llave y bajé a la primera planta, Kazutora, Baji y Chifuyu estaban subiendo la hielera, sombrilla y otras cosas a la camioneta de Sanzu.

Apenas me vio mi novio y me sonrió coquetamente quitándome mi bolso para meterlo en el maletero.

Es la primera vez que voy a salir con los amigos de Kazutora, los conozco, a la mayoría pero solo de vista porque ellos estaban con Haruchiyo y yo con su hermana, así que muchas veces los llegué a ver cuando yo estaba en su casa.

Me subí con Kazutora a la parte trasera de la camioneta junto a Chifuyu mientras que Sanzu conducía a la casa de Mikey para recogerlo y Baji iba de copiloto.

No tardamos más de diez minutos en llegar a la casa de Manjiro, Kazu se bajó a ayudarlo a subir sus cosas y parte de la comida que le tocaba llevar a él.

-¿y Senju?- le pregunté a Sanzu.

-¿La ojos de mosca?- ¿Ojos de qué? Literalmente tienen el mismo color de iris -Ella nos va a ver allá.

-Listo- Kazutora regresó a la camioneta y me dio un beso en la mejilla.

En definitiva él con el cabello atado y lentes de sol son una buena combinación.

-¿Ya llevan todo?- preguntó Baji desde el asiento del copiloto.

-Si, ya vámonos que quiero refrescarme, hace un calor que te cagas- dijo Mikey con su habitual sinceridad de siempre, desde que éramos niños siempre fue así de ruidoso.

Casi treinta minutos después ya estábamos bajando nuestras cosas en la playa más cercana.

Era un día precioso, muy soleado, con el cielo despejado y la briza del mar se sentía por todo el lugar, cuando llegamos a donde la arena comienza me quité mis sandalias para sentirla en mis pies, quemaba un poco pero se sentía muy bien.

Los hombres con los que iba arrancaban suspiros cuando pasamos junto a grupos de chicas, todos son jovenes y bien parecidos, con sus cabellos atados, los lentes oscuros, el cuerpo deportivo, las cicatrices de las peleas de su adolescencia y alguno que otro con un cigarrillo en sus labios. Más de alguna de ellas tendrían suerte si lograban llevarse a alguno a casa.

A lo lejos vimos al resto de los amigos de mi novio y mi mejor amiga, ellos ya tenían una sombrilla puesta y un tablón con alguna sillas para poder comer.

Dejamos nuestras cosas sobre la arena y ellos pusieron la otra sombrilla y las sillas plegables para poder recostarnos, por mi parte yo saqué el bloqueador y lo comencé a untar en mis hombros y brazos, Kazutora al darse cuenta no tardó mucho en ayudarme a ponérmelo en la espalda, metiendo sus manos debajo del cordón del bañador de dos piezas para asegurarse que no me fuera a quemar más de lo normal.

-¿Algún otro lugar dónde quieres que te lo ponga?- susurró de forma coqueta.

-Creo que estoy bien Kazu- le embarré un poco del bloqueador en la nariz y después nos dimos un beso.

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