Capitulo 31

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Hey chicos como les va? si ya volví, así que pueden bajar esas armas por favor?

Como sea lamento el retraso con esta cosa pero la escuela se puso un poco pesada y no tenia mucho tiempo para escribir (además de mi vicio con el lol, por fin tengo mi primera Penta y con Wukong de todos los personajes!, estoy orgulloso) , pero como disculpas este capitulo es mas del doble de largo de lo habitual!

espero que disfruten de este capitulo y espero no tardar tanto en el siguiente!

El dolor era inconmensurable, el suelo hecho de mármol destrozado por el combate rasgaba la piel de su espalda mientras intentaba levantarse una vez más, sus brazos cansados apenas le respondían y cuando lo hacían las punzadas de dolor le dejaban en claro que no era con gusto.

Aun con el dolor, su fuerza de voluntad logro levantarla una vez más, su orgullo roído exigía venganza contra su oponente, quien se acercaba sin prisa hasta su posición.

- ¿Demasiado para ti pequeña diosa? – Pregunto el Titan de la Fuerza mirándola con diversión sádica.

-Apenas estoy empezando – Respondió más rápido de lo que quisiera la diosa de la luna.

A pesar de las palabras confiadas de la diosa el Titan era quien obviamente tenia la ventaja, ella había estado sufriendo bajo el peso del cielo por días, una actividad a la que no estaba acostumbrada y su cuerpo le reclamaba, por otro lado, se enfrentaba a la mano derecha de su "queridísimo" (nótese el sarcasmo) abuelo durante la guerra entre dioses y titanes, ese puesto no era solo otorgado, Atlas se lo había ganado.

Sus heridas empezaban a cobrar factura y su cansancio se hacia cada vez mas notable y era obvio que el joven y valiente, aunque algo estúpido, Perseo Jackson no resistiría sosteniendo el cielo para siempre.

-Oh? ¿Entonces no has peleado en serio? ¡¡¡¡Veamos que tienes entonces!!!! – Respondió Atlas a su provocación avanzando rápidamente, en unos segundos ya había atravesado por completo el espacio que los separaba.

Una vez mas se vio obligada a detener un golpe de la jabalina de su oponente cruzando sus cuchillos de caza frente a ella, a pesar de ser una de las pocas diosas, y dioses, que se mantenía constantemente luchando ella era una cazadora, cuando se enfrentaba a un oponente mas fuerte que ella usaba su agilidad natural para girar a su alrededor, confundirlos, dañarlos de forma leve pero constante eso debilitaba cada vez a su presa hasta que podría atraparlos, pero la armadura que Atlas portaba denegaba su estilo de combate preferido, la fuerza del titan era mucho mayor por lo que un conflicto directo era una pésima idea, lamentablemente era la única que tenía en ese momento.

- ¿Solo eso? Que decepción – Girando su jabalina Atlas rompió la guardia de Artemisa y empujo su arma cortando en el abdomen de la diosa antes de usar el mago de la jabalina cual bate de beisbol y golpearla fuertemente en la cabeza, arrojándola lejos y dejándola aturdida. -Esperaba más de la "mejor del Olimpo" pero solo eres una pequeña con delirios de grandeza, salúdame a Tartarus cuando llegues-

Tomando la jabalina en una posición de lanzamiento Atlas arrojo su arma en dirección de la diosa derribada, Artemisa intento moverse de la trayectoria pero su cansado cuerpo no respondió, resignada cerro los ojos, escucho un grito de su teniente suplicando que se levantara, a la joven Thalía luchando contra el traidor mestizo y a Perseo gruñendo por el peso del cielo, espero por unos instantes ya sintiendo la cercanía del frio acero que acabaría con su vida y posiblemente después con la de los mestizos que valientemente vinieron a su rescate, cuando una nueva voz se escuchó en el campo de batalla, a pesar de ser tranquila y en un volumen medio fue escuchada por todos los combatientes que detuvieron su pelea momentáneamente.

El mago de EspadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora