Capitulo 30

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Huh, se borro este capítulo, sólo es un resubido, si ya lo leyeron disfrútenlo de nuevo, si no, pues aquí ta, ya estoy trabajando en el siguiente. Que tengan buen día, tarde o noche

La suerte es la capacidad inherente que posee cada ser para superar su destino, eso normalmente sonaría bien, ser capaz de superar los lazos y el camino que los dioses o seres superiores dictaron para ti y guiarte por tus propias decisiones, al menos hasta que te das cuenta de que la misma significa una vida normal sin incidentes que te afecten de forma grave (y mortal la mayoría de las veces).

Con pequeñas cantidades de la misma, positiva o negativa, aún le permite a un ser vivir su vida de forma normal, pero cuando está supera los límites más comunes las cosas empiezan a ponerse raras, y por ello los seres renombrados de la historia humana y sobrenatural comparten un elemento, su suerte que les permitía entrar a situaciones que no sucederían de forma normal y salir ilesos, vivos o al menos dejando una huella en la historia.

Y por ello Shirou maldecía su suerte con avidez, porque, como podría ser que un ser vivo, inteligente con sentidos agudizados y con super fuerza cayera en una trampa que sus creadores calificaron como una broma inútil y sólo para pasar el tiempo?

Y lo peor? Que de alguna manera era incapaz de escapar.

Esos pensamientos se vieron interrumpidos al notar como Koneko/Shirone intentaba arrastrarse cuál gusano por el suelo de su hogar mientras esperaban a que Wukong llegará.

Esta situación en general provocó que Shirou entrará a algo que esperaba no entrar en al menos un par de años, no porque le faltara tiempo para aprender (las armas de leyenda de reyes y nobles eran muy útiles en estos casos) sino para prepararse mentalmente, la política, o como los humanos lo conocían, el nido de víboras.

Cosa sumamente ofensiva, para las víboras claro está, al menos ellas sólo atacan cuando tienen hambre o se sienten amenazadas físicamente hablando.

Soltando un suspiro Shirou se tallo el rostro regresando su mirada hacia la pequeña chica amarrada en el centro de su sala, si ella escapaba le daría la noticia a Rías y si ella se enteraba los maous también, si bien por lo que le habían contado y con lo poco que conocía a Serafall, ella podría acariciar a su esposa y aceptarlo todo, Sirzechs era un misterio, principalmente por lo que podría hacer el consejo demoníaco si ocultaba información o la raíz no quiera, se filtre la información, una vez más sus manos recorrieron su rostro tratando de eliminar el dolor de cabeza que le generaban sus pensamientos.

-(y ni siquiera hemos entrado a la política, maldita suerte rango E) - pensó cínicamente.

Retirando las manos de su cara Shirou alejo los pensamientos sobre política, al menos temporalmente, y analizó un poco más a su cuñada, vio con diversión como las orejas de la niña, que habían salido durante sus intentos de escape y eran tan similares a los de su propia esposa, se movían cada vez que la mencionada mordía una nueva croqueta de pescado que Shirou le preparo como merienda.

Al prestar más atención Shirou noto un detalle que se había perdido durante la "captura" y posterior escape, la cuerda que sostenía a su joven cuñada no era de algún color común para una cuerda, a diferencia de ls creadas con fibras (naturales o artificiales) esta reflejaba levemente la luz y tenía un color metálico, al ver más de cerca noto unas runas grabadas, unas runas que el conocía.

Inmediatamente el reconoció de que cuerda se trataba, era sólo algo en lo que había pensado recrear cuando recordó a cierto soldado con el trasero de América.

Con ayuda de Wukong logró crear una aleación de metales con la suficiente dureza y flexibilidad, para imitar el material en el que pensaba, entre ellos acero y tungsteno que Wukong guardaba por alguna razón en lo que sería su "garaje", y posteriormente agregaron runas para imitar los efectos de "absorción" de vibraciones y para reducir su peso, que aumentó mucho por el tungsteno.

El mago de EspadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora