Capitulo 42

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-Dumbledore, por favor baja esa varita – Wukong intento mediar la situación solo para ser apuntado por la varita directamente.

-los recibí en mi escuela solo para que atacaran a una de las personas en las que más confió, mi varita descenderá solo cuando ustedes estén detenidos por las autoridades. –

-si claro, Albus si quisiéramos matarte estarías muerto – la lúdica respuesta de Wukong solo tenso aun mas al anciano director quien parecía listo para empezar a hechizar a todos en la habitación cuando la puerta fue abierta

-¡Albus! ¡Albus! ¡es una emergencia! – McGonagall apareció en la oficina apresurada antes de detenerse al ver la situación - ¡¿Qué sucedió aquí?! –

-Minerva que bueno – Dumbledore saludo como si estuviese hablando del clima – ¿podrías contactarte con Amelia por favor? –

McGonagall pareció a punto de hablar antes de asentir y moverse hacia la chimenea, Dumbledore parecía listo para defenderla, pero ninguno del trio se movió para intentar detenerla de acercarse a la misma, una vez llego a su objetivo tiro un poco de polvo a la misma volviendo las llamas verdes y metiendo la cabeza a la misma.

-se ven bastante tranquilos para ser personas a punto de ser arrestadas – Dumbledore hablo de forma alegre pero sus ojos nunca dejaron su tono acerado

-bueno, estamos aquí por ordenes del ministerio y no hemos realizado nada ilegal aquí – Shirou miro al hombre tirado en el suelo que se retorcía en obvio dolor – y no estoy seguro de que le sucedió a el pero no tuvimos nada que ver –

El viejo mago frente al semi dragón frunció el ceño, pero este desapareció al ver a McGonagall abandonar la chimenea permitiendo que Amelia Bones apareciera acompañada de otras dos personas.

-Amelia siempre es un placer – Saludo Dumbledore sin abandonar su atención del trio frente a el - ¿podrías hacerme el favor de arrestar a estos tres individuos por el ataque a Severus Snape? –

-¿Snape? – pregunto uno de los acompañantes, la chica que Shirou había visto antes de cabello color chicle – ja el bastardo se lo merecía – Dumbledore volvió a fruncir el ceño ante la frase de la joven

-eso no es muy agradable joven Nymphadora –

-¡no me llames Nymphadora con un demonio! – el cabello anteriormente rosado se volvió de un tono rojo brillante antes de que la mano de Amelia cayese en su hombro calmando levemente a la joven

-Albus, preferiría que no molestaras a mis aurores y que dejaras de apuntar con tu varita a nuestros invitados –

-¿Amelia? – por primera vez desde que saco su varita Dumbledore desvío su mirada de Wukong y sus alumnos - Severus ha sido atacado por ellos ¿no deberías arrestarlos? –

-en primera Albus, si te preocupas tanto por tu empleado ¿Por qué el hombre sigue tirado en el suelo retorciéndose de obvio dolor? – la mujer pelirroja señalo al pobre imbécil que seguía tirado en el suelo sin recibir atención de nadie mientras su sangre empezaba a ensuciar el suelo – y en segunda, como bien sabes Wukong aquí es un miembro renombrado de la ICW y de Japón, un país extranjero así que posee cierta cualidad que no me permite arrestarlo –

-¡inmunidad diplomática baby! – una sonrisa victoriosa apareció en el rostro de Wukong mientras sus alumnos se sostenían el entrecejo

-sí, eso – con un además la directora del DMLE descarto la información, como si no fuese importante – pero no solo vine aquí para evitar que causes un incidente internacional extremadamente grave sino también para revisar cierto comentario de la subdirectora – Dumbledore miro con duda a McGonagall quien no se vio afectada por ello – parece ser que hubo otro ataque de este "bromista" del cual usted ya se había "hecho cargo" –

El mago de EspadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora