Drabbles de terror con amor 🖤 halloween especial

seventeen 🍷

Todos en algún momento de nuestra adolescencia llegamos a ver o leer una de esas historias de vampiros que eran condenadamente guapos y teníamos un crush con ellos, tantas películas e historias sobre chicos que se enamoraban de vampiros hacían que nos creásemos nuestra propia historia de amor en la cabeza con uno de ellos.

Yedam cuando tenía unos quince años también se llegó a enamorar de un joven vampiro protagonista de un manhwa que leía su mejor amiga, solo era uno de los tantos crushes con personajes que ni siquiera existían, en esa época realmente le encantaba los vampiros pero ahora con veinte años y cursando la universidad había superado aquello, o bueno, casi del todo, el problema estaba en su actual crush que era un chico de último año.

Yoshinori era simplemente... Perfecto, ni siquiera tenía palabras para describir al japonés, piel palidísima, cabello castaño claro casi rubio, labios finos, ojos claros y un precioso lunar y, todo de él era simplemente impresionante, Yoshi amaba los colores oscuros, tenía un increíble sentido de la moda y siempre usaba una sombrilla bajo el sol ya que su piel era demasiado sensible o eso fue lo que una vez escucho.

Y claro que su crush con el japonés no se debía a su parecido con un vampiro, sería absurdo.

O eso se dijo hasta que empezó a conocer y salir con él mayor. Estaban por terminar el año y Yoshi iba a graduarse por lo que si no se acercaba ahora quizá jamás volvería a ver al chico y no quería que todo fuese solo un simple enamoramiento unilateral.

—¿Qué haces bebé?— Le pregunto el pálido chico sentándose a su lado, aprovechando la distracción de su novio para dejar una pequeña mordida juguetona en su cuello sin llegar a lastimar con sus colmillos.

—¡No hagas eso tan de pronto!— Se quejo el menor cubriendo su cuello con sus manos completamente sonrojado —Solo estaba recordando cuando nos conocimos...— Murmuró Yedam recostándose un poco sobre el hombro del mayor observando la copa de vino que este traía en su mano, tomándola con cuidado para darle un sorbo.

—Casi te desmayaste el día que te dije que era semi vampiro— Recordó el japonés con una pequeña sonrisa.