Hunters - Hwang Hyunjin [+18] [Completa]✔️

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Dos guardias nos estaban esperando en la puerta de la habitación, los mismos que nos escoltaron prácticamente por los pasillos del enorme lugar. Este palacio era extenso, y me hizo pensar en las palabras de Cheng cuando nos dijo que él sujeto estaba cargado de dinero.

Y bueno, no lo dudé.

Cuando llegamos al comedor, éste consistía en un amplio lugar que lo tenía ni siquiera ventanas, arriba, habían barandas de hierro en las que estaban los guardias.

Habían grupos conversando y mirándose los unos a los otros, yo y las chicas avanzamos, Mei delante, yo en el medio y Luna detrás, estábamos en la fila para agarrar las bandejas de comida.

—Creí que separarían a los chicos de las chicas— dije con una ceja levantada y Mei se volteó.

—¿Por qué lo pensaste?— me encogí de hombros y Luna detrás de mi habló mientras Mei se concentraba en decirle a la mujer que repartía la comida que le echara en la bandeja un poco más de puré, yo tomé la mía sin problemas.

—¿No te gustan los chicos?— pregunta la peli negra, la miré divertida— ¡Oh! ¡No me refiero a eso! Es decir, si no es así es normal pero...

—Entendí— le sonreí, y las tres comenzamos a caminar— Pero no es eso, me da igual convivir con hombres, es que todo aquí me parece raro.

—Estás en un lugar en el que nadie te conoce, sin saber cómo llegaste y en el medio de la nada— dijo Mei mientras buscaba con la mirada una mesa, cuando ubicamos una vacía nos dirigimos hacia ella— De por sí, ya es raro, así que por convivir con unos tíos no te vas a morir.

Pensé de inmediato en el cuerpo sin vida de aquel chico en cuanto escuché la palabra, morir.

Ellas se sentaron una al lado de la ora y yo al frente, me enfoqué en alimentarme mientras escuchaba las anécdotas de Mei, no era un mal método para pasar el tiempo si escuchabas algo interesante, me comí mi almuerzo con total tranquilidad y eché un vistazo por encima de mi hombro a los chicos que hablaban y ya hacían grupos entre sí, hice una mueca.

—...casi y le corté la garganta.

Fruncí el ceño al escuchar las palabras de Mei.

—¿Asesinaste a alguien?— pregunté como si eso fuera lo más normal del mundo, ella me miró encogiéndose de hombros.

—Casi— dijo— Intentaron abusar de mi.

—Creo que todas pasamos por eso... alguna vez, cuando vives en la calle, yo lo hice por un gran tiempo, trabajé en un lugar de esos en los que hay muchos hombres— dijo Luna mientras le daba la vuelta con la cuchara a su puré de papas— ¿A ti te pasó?.

Preguntó Luna llevándose su manzana a la boca, bueno, por lo menos él almuerzo es decente y aceptable.

—Mi historia es diferente, yo trabajaba en un bar y tenía que saber defenderme, dormía en la calle, también estaba al acecho— escuché sus palabras con atención, la pelirroja, Mei habló y se volteó hacia mi con curiosidad—No eres muy diferente de mi— le dijo a Luna— ¿Y qué hay de ti?.

Me miraron, yo solo me encogí de hombros y miré de nuevo a mi alrededor.

—No recuerdo.

—¿Qué?— Luna fue la primera en hablar, ellas se miraron entre sí a lo que yo solté los palillos con los que comía y empujaba la bandeja hacia adelante.

—No recuerdo nada— fui sincera— A excepción de mi nombre.

Luna tenía la boca abierta tanto como sus ojos, Mei, me veía con curiosidad. Y la verdad es qué tal vez por eso estoy tan calmada y al mismo tiempo extrañada, porque por más que lo intento, no puedo recordar nada de mi vida pasada, lo único que recuerdo vagamente son voces llamándome por mi nombre, y lo siguiente, es lo que vivo aquí.