Hunters - Hwang Hyunjin [+18] [Completa]✔️

32 - Final

La rutina se había vuelto mucho más insoportable de lo que creí cuando pasaron los siguientes tres días.

Me mantenían encerrada en este cuarto acolchonada con el temor de que pudiera hacerme daño, me encerraban porque estaban consientes de el dolor que sentía en estos momentos, ¿cómo mi mente aún está estable?.

¿Cómo no me he vuelto loca?

Tal vez lo estoy, porque pensé que tanto tiempo sola en ese lugar iba a acabar conmigo, pero un día inesperado la puerta de la habitación se abrió y quien entró no fueron los mismos sujetos que siempre me dejaban la comida, si no, Rina.

Que venía acompañada de Jia que solo se quedó con los brazos cruzados y mirando como ella me hacía ponerme de pie.

—Levántate.

—No necesito ayuda.

Repliqué agresivamente, ella alzó las manos divertida y yo me puse de pie, las posibilidades de escaparme eran nulas porque cuando salimos los guardias estaban detrás de nosotras, y no entendía que pretendían llevándome hacia la misma habitación donde Jia me arreglaba para las misiones.

Al estar dentro, fuimos directamente hacia el tocador en donde Jia comenzó a tocar mi cabello, cuando la miré a través del espejo, ella me brindó una sonrisa nostálgica.

—Tú cabello ha perdido brillo, recordaba que lo tenías mucho mejor cuidado.

—No he podido comer bien, y principalmente no tengo cómo cuidarlo— fue mi respuesta al notar que intentó sacarme conversación.

Me quedé quieta, muy quieta tratando de entender por qué hizo todo lo que hizo.

—Se que estás pensando— habló tranquilamente.

—Es muy normal que trate de buscarle una justificación a lo que hiciste— dije de inmediato— ¿És de Lyon...?

—Lo es.

Fruncí el ceño.

—Ya lo sé todo.

—¿Qué sabes?.

Ella pareció muy sorprendida de que yo supusiera toda la verdad por mi misma, y es que era más fácil de lo que pensé, al estar tanto tiempo encerrada sin nada que hacer más que pensar. Así que hablé contándole mi teoría.

—Hyunjin te convenció de que te acercaras a mi, ¿no?.

—Muy inteligente, pero hay cosas que no sabes y te faltan por entender.

—Dudo qué hayan más cosas— ella cepilló mi cabello, yo no hablé más porque ella no lo hizo y eso significaba que no me contaría nada, pero no podía quedarme con la duda, no ahora— ¿Por qué fingiste estar enamorada de mi hermano?.

—En realidad... yo al principio sí...—ella cerró los ojos— No puedo hablar, Lyra, porque no soy yo la que debe contarte la verdad.

Entonces ya me iba haciendo una idea de a quién le correspondía hablar conmigo.

Porque creía que me mantenían aquí en la habitación para arreglarme y no estar más con este mismo trapo viejo manchado de sangre que llevaba todos los días.

Pero resulta que Jia me dijo que me bañara, secó mi cabello negro y lo dejo caer lacio. Había crecido mucho... ya estaba por debajo de mi cintura. Solo me colocó un vestido blanco con un escote de corazón y un vuelo que tenía como límite hasta encima de las rodillas, me dio unos zapatos de tacón aguja de él mismo color, un estilo muy casual y tranquilo.

Tanto que ni siquiera me maquilló, y al salir, me informó que tendría que dirigirme hacia donde me llevaran los guardias. Obedecí por qué no me quedaba de otra, pero en mi mente, estaba creando un plan de escape perfecto, uno que no tuviera fallos.