Hunters - Hwang Hyunjin [+18] [Completa]✔️

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—Espera, puedo explicarlo.

Él soltó una risa.

—¿Qué vas a explicar? ¿Que el asesino de tu dueño te envío para aniquilarme?— bueno, la parte de aniquilarlo puede que la haya añadido yo.

Y me quedó muy claro que este hombre no estaba para jueguitos cuando señaló la cama de nuevo, porque ambos estábamos de pie.

Habló.

—Oh pero voy a divertirme contigo, seguro que sí.

Dijo golpeándome la cabeza con la parte de atrás de la pistola, todo se me hizo muy borroso y por eso fue que no pude pelear, pero cuando lo tuve encima de mí, rasgando mi vestido, y asqueada, saqué fuerzas y agarré una lámpara que había en la mesa de noche del lado derecho y la impacté contra su rostro.

—¡Hija de perra!

Gritó, me puse de pie. Para tratar de salir aún con la vista borrosa y tocando mi sien donde había sangre por el golpe, haciendo que mis cabellos se pegaran por ella a mi mejilla también ensangrentada.

El tipo antes de que pudiera llegar se abalanzó encima de mí, yo como pude intenté golpearle pero agarró mi muñeca con fuerza.

Abrió mis piernas y rompió mis bragas, sentí una sensación familiar golpear mi cuerpo... como si esto ya me hubiese pasado hace tiempo.

Y recordé algo vagamente.

Tuve un recuerdo de alguien abusando de mí justo como este iba a hacerlo conmigo ahora.

Y una mierda, yo decido quien me toca y quien no, es mi cuerpo.

Cuando lo observé quitarse el pantalón y los bóxers me acordé de la daga en mi muslo entonces fue que me vino a la mente...

Que el plan era dormirlo, pero Hyunjin quería que yo lo matara o si no, no me hubiese dado esa pistola o la daga.

—¡Maldito! ¡Nadie me volverá a poner una mano encima nunca más!— dije sacándola y enterrándola en su cuello, me puse de pie, él se colocó una mano en el cuello ensangrentado.

Viendo sus manos con los ojos abiertos y esculpiendo sangre, le pateé el pecho y desenterré la daga.

Me subí encima de él.

La enterré una vez, dos veces, tres veces, cuatro veces...

No se cuanto tiempo, o cuantas veces, solo se que la sangre manchaba mi piel blanca y mi cabello negro, a mi alrededor se esparcía la sangre desde el cuerpo y debajo de mis rodillas también, mi rostro igual porque me pasé las manos por este.

Y ni siquiera me importó que la puerta haya sido abierta.

Continué apuñalándole.

—Suficiente.

Escuché decir a alguien detrás de mí y ese alguien me abrazó la cintura para detenerme, Hyunjin.

—¡Suéltame! ¡Voy a matarlo! ¡Lo mataré!— forcejeé como una loca para que me soltara.

—Que ya está muerto, déjalo ya, Lyra— y me calmé cuando sentí la autoridad en su voz, todos me miraban sorprendidos.

El chico de la piel bronceada, Aimi, y hasta los guardias.

Caí de rodillas al suelo y Hyunjin se quedó de pie, solté la daga y observé mis manos cubiertas de sangre.

Lo maté.

Él intentó abusar de ti.

Lo maté...

—Lo maté...