Hunters - Hwang Hyunjin [+18] [Completa]✔️

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Meses.

Pasaron meses desde que ocurrió la última misión, meses desde que Hyunjin habló conmigo a cerca de aquello que nos hizo, meses en los que todos mejoramos muchísimo nuestras habilidades.

Casi un año.

Y a este paso, ya éramos unos asesinos completos.

Teníamos conocimiento de todo, historia de países, nos hacían memorizar las fichas de los criminales más buscados y me pregunté, ¿por qué?, si de todas formas somos peores que ellos. Las clases seguían, conocíamos sobre armas, medicina, cultura, política, combate cuerpo a cuerpo.

Estaba tan cansada, los días anteriores estuvimos haciendo pruebas, simulando emboscadas y ese tipo de cosas, nos llevaron incluso a un bosque para tener más espacio, a cerca de la muerte de los chicos de aquel día no se supo más nada.

No le dirigí más la palabra a Hyunjin a pesar de que yo sí pensaba en ese beso, en el beso que ocurrió en la sala llena de armas, en la sala de práctica de tiro.

En estos momentos me encontraba en estado de somnolencia, faltaba poco para quedarme dormida, poco...

—Otra vez— gritaron a mi lado, me cubrí los oídos pero antes de rendirme di otra patada a mi oponente. Miré mis manos, mis nudillos estaban raspados y tenían sangre, en cuanto observé a la chica frente a mi caer de rodillas, respiré agitado, alguien me puso una mano en la espalda y giré la cabeza para ver a un hombre sonreírme— Bien hecho, Lyra, eres mi orgullo, nunca me decepcionas.

Dijo el hombre de cabellos blancos y negros, se notaba que el paso de los años era el causante de las canas que habían en su cuero cabelludo, su rostro me parecía conocido ¿estoy teniendo un sueño?, pero no puedo despertar, ¿por qué?

Cuando él se puso de pie, salió del salón acompañado de más hombres y alcé la mirada, no podía controlar mis movimientos... ¿qué pasa? ¿Por qué no puedo moverme?

—Ven.

Le extendí mi mano a la chica de cabellos negros, parecía mayor que yo, pero se veía muy joven, incluso similar a mí.

—No, apártate— por alguna razón sus frías palabras me afectaron, la observé, ella tenía moretones en los brazos, probablemente provocados por la pelea— Siempre consigues lo que quieres, ¡siempre eres su favorita! ¡Siempre tengo que escuchar, Lyra es esto, Lyra es aquello, deberías ser como Lyra! ¡Te detesto!

No sabía que decir, pero la Lyra de ese momento tomó las riendas de la situación. Me di cuenta de que estábamos en un tipo de salón en el que el suelo era de madera, había un espejo y pude ver que era más joven, probablemente tendría quince años.

—Si no quieres mi ayuda, entonces mejora y no me reclames por algo que no tengo culpa— me sorprendí a mí misma, ¿eso salió de mi boca?, ¿por qué fui tan fría?— Aún así, si me necesitas recuerda que no soy muy diferente de ti, después de todo yo estoy en la misma situación que tú.

¿Qué situación?, ella apretó sus puños y yo miré través del espejo, como corría hacia mí. Me volteé y tomé su brazo torciéndolo y haciendo que cayera de espaldas al suelo.

—Suficiente, Lyra.

Escuché esa voz, esa voz... apreté los ojos y lo observé, pero su rostro era borroso, muy borroso, cuando lo vi, me entraron arcadas, y ganas de vomitar.