Hunters - Hwang Hyunjin [+18] [Completa]✔️

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Sin pensar en las consecuencias de salir de casa a semejantes horas de la noche ya me encontraba conduciendo mi auto en la carretera y en medio de la oscuridad del bosque, no fue muy difícil encontrar el camino ya que me había concentrado aquel día en analizarlo todo de manera perfecta.

Cuando estuve frente a ese lugar me pregunté muchas cosas, ¿qué es lo que Hyunjin nos escondía?, ¿por qué no nos dejaba salir?

Pues cuando me estacioné comencé a correr sigilosamente entre la oscuridad del bosque, me escondí detrás de unos arbustos en cuanto vi a una chica corriendo que vestía como una recluta, entrecerré los ojos. Esta ya había cruzado el muro.

Estaba esperando a ver que sucedía cuando de pronto comenzaron a bajar de los árboles tres tipos vestidos de blanco y con pasamontañas.

La chica gritó cuando uno de ellos la agarró del cuello y recordé los cuerpos de todos los que habían intentado salir cuando yo era una recluta como ella.

Ellos tenían marcas en la piel.

¿Era esto lo que les sucedía de verdad a los que salían al bosque?

Fruncí el ceño sacando mi daga y lista para atacar, la chica pudo mantenerse alejada en cuanto me vio porque me subí a la espalda del que la estaba atacando y pasé mi daga por su cuello, cuando me bajé. Uno de ellos corrió hacia mi.

—¡Corre!— le grité a ella, que estaba levantándose del suelo torpemente.

Sentí como mi mejilla ardía por una repentina bofetada que me proporcionó el sujeto cuando estaba entretenida ocupándome de otro de ellos, pero le pateé el pecho con fuerza y me subí encima de él lista para enterrar mi daga, pero entonces, sucedió que me tomaron del cuello.

Solté la daga, el aire se me estaba escapando porque el segundo de ellos quería asfixiarme. Intenté herirle con rasguños.

Pero no fue necesario porque me soltó mágicamente o bueno. No tan mágicamente porque observé cómo una piedra caía al suelo. Era la chica, que golpeó la cabeza de uno de ellos.

—¡Cuidado!— me advirtió y al voltearme me caí en cuenta que él que quedaba venía hacia mí, pero en un rápido movimiento me agaché y logré que con mi pie tropezara y cayera al suelo, yo misma tomé la piedra y lo golpeé en la cabeza.

Con la respiración agitada miré a la chica, su cabello era castaño y caía lacio por encima de sus hombros, y era joven, muy joven.

—¿Qué edad tienes?— pregunté recuperando mi daga y haciendo un truco con ella antes de meterla en debajo de mi jersey.

—Dieciséis— ella logró articular y yo solté un suspiro, joder, era demasiado joven— no tengo ni idea de cómo llegué aquí, solo se que estaba buscando a mi hermana y... y yo...

—¿Cómo se llama tú hermana?— pregunté en un susurro.

—Rina— tuve que abrir los ojos al límite— ¿la conoces?.

No pude responder ante eso, solo la tomé del brazo para llevarla de nuevo a donde estaría a salvo por lo menos de mas tipos como esos que la atacaron anteriormente.

—Volvamos, te garantizo que estás más a salvo allí dentro que aquí, ¿ya pasaste la primera prueba?— ella no puso protestas cuando le dije de entrar, y asintió a mi interrogante— Bien, estás bien aquí, no te sucederá nada, le diré a tu hermana que te encuentras en este lugar.

—¿Ella... está bien? ¿Tú la conoces?— asentí y después, ella accedió a volver a dentro con mucha más confianza, no mas hacerlo los guardias salieron por el estrepitoso ruido de la alarma que ya yo conocía.