CAPÍTULO 18

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Opinión de Rutila.

Un buen capuchino a sabor Caramelo caliente con un pan para un buen amanecer, decía mi papá cuando era pequeña.

Estoy con kendall dando de comer, mientras espero a Elliot qué fue al baño.

Doy gracias a dios qué ya se encuentra mucho mejor y con su sonrisa de vuelta.

Elliot se irá a checar asuntos en sus organizaciones, mientras yo iré a visitar a una tía lejana qué ella me ayudó mucho cuando mis padres se divorciaron.

Hace poco nos contactamos por llamada ya qué ella no sabía nada de mi últimamente.

A las 8:30 tenemos una cena pero quedamos con Elliot ir a la plaza a buscar ropa formal y de noche.

- Sabes la dirección de la casa de tú tía?
- Si amor.
- Llévate un arma por sí acaso.
- Te acuerdas la qué me regalaste?
- Sí claro.
-La tengo conmigo.
- Siempre prevenida.

Veo qué Elliot se va, yo con mi pequeño vamos a la dirección qué me dio mi tía, agarramos taxi y los guardias de seguridad se pasan como mis acompañantes.

Pagó al chófer, para salir a tocar la puerta, es una casa hermosa por fuera, en seguida veo a una señora de cabello castaño oscuro y delgada como de 30 a 40 años.

- Rutila?
- Señora Samantha?
- Por supuesto, pasa.

Me abraza con felicidad de verme y carga a mi bebé, veo su casa es cálida y de buen gusto por el diseño. Pasamos a la sala para sentarme.

-Oh por dios, no sabes cómo te he extrañado. Ha pasado como 8 años que no sé nada de ti.
- Digo lo mismo Tía, no supe nada de usted.
- ¿Cómo has estado?
- Muy bien gracias, usted?
- Contenta de verlos.
- Y su esposo?
- Está trabajando, de hecho es socio de tu esposo Elliot.
-Ha mira.
- ¿Como se llama éste pequeño gigante?
- Kendall Damián.
- Es precioso.
- Gracias.

Va a darme unos regalos, le digo con pena qué no es necesario pero me los da.

-Son 2 regalos para ti de tu boda y 2 para este gran pequeño.
- Muchas gracias.

Seguimos platicando, riéndonos y llorando en ocasiones, me enseña el pequeño establo qué tienen y sube a ken a un pony, está sonriendo y tomo fotos.

Me da un recorrido por su residencia, luego vienen sus dos hijos a saludarme.

- son gemelos, uno es Arthur y Ariel.
-Un gusto.
- Gracias, igualmente.
- El es mi hijo kendall.
- Es hermoso ¿Puedo cargarlo?
- Claro.
- ¿Cuántos meses tiene?
- 1 año y 4 meses.
- Ya se ve de 2 años.

Sonrío al escuchar eso, platico un rato con los dos y veo en el celular qué son las 6:30, Elliot pasa a saludar a mi tía y a sus hijos. De ahí nos vamos a la plaza.

Las 8:00 ya estamos en camino a la residencia, a ken lo dejé con señor Hugo, él nos dijo qué podía cuidarlo.

Me compré un vestido color azul rey, largo y unas zapatillas plateadas, me hice una coleta alta, aretes de palta con zafiro y una pulsera de plata.

Nos reciben con saludos cordiales, caminamos adentro, es una gran residencia y se siente fresca. Saludamos al presidente y a su esposa.

Nos enseña los cuadros qué tienen, pasamos a la mesa, nos sentamos y seguimos platicando, mientras esperamos la cena.

-Así qué tienen a un hijo?
- Así es- contesté.
- Usted tiene hijos?
- Si claro, tengo 3.
- Vaya.

Siguieron platicando con Elliot, mientras yo hago platicando con la esposa del presidente, es algo presumida pero cae bien.

Cenando en silencio, nos tocan melodías clásicas. A las 10:30 llegando al hotel, veo a mi pequeño jugando con Hugo en la habitación.

Sonrío al verlos, no nos ha notado que ya llegamos, nos mira Hugo y carga a ken.

-Le agradezco mucho por cuidar a ken.
- No hay de qué señora.
- ¿Cómo se portó?
- muy bien, estuvo tranquilo y jugando.
- Me da gusto.

Ya qué cambio a kendall, le di de comer para después quitarme la pulsera y los aretes con las zapatillas.

- Amor ¿Cómo te cayó el presidente?
- Es amable y atento.
- Digo lo mismo, decía mi padre qué este presidente había sido el único qué lo ayudaba con la economía.
- Vaya amor.

Le digo a Elliot qué me ayude a bajar el cierre, el empieza a besar mi cuello para luego quitar su camisa, lo qué si puedo decir qué este hombre me provoca.

Segundos después, estamos desnudos de nuevo, después estoy en su pecho, con la cobija de algodón tapando mi cuerpo desnudo.

Elliot está acariciando mi espalda con sus yemas de los dedos delicadamente.
Kendall anda dormido, tratamos de no hacer ruido para no despertarlo.

Minutos después, caí rendida en los brazos de Elliot.

Hellooooo!! Cómo andan por allí? Gracias por los votos y leer los libros chicos y chicas. Les mando muchos saludos.

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