CAPÍTULO 6.

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Opinión de Rutila.

Vamos rumbo a Irlanda del Norte, decidimos vivir allí porque queremos cambiar de rumbo. Elliot tiene menos hinchado su labio.

Nunca pensé que conociera a lo que era mi jefe, pero que tonta, sí sé que conoce a todo el mundo. Lo más sorprendente que estudió con él en la misma escuela.

Ahora sé que Elliot es un hombre de admirar ya que siendo hijo rico prefirió ahorrar ese dinero para un futuro y ahora es un abogado y narco a la vez.

Tengo su cabeza en mi hombro, a veces Elliot se comporta como un chavo de 20 años pero no importa. Mañana es su cumpleaños, cumple 36 años.

(Chicos si es menos o más los años, me dicen en comentarios por favor ya que mi cerebro no ha recordado).

Tengo pensado en hacerle una fiesta sorpresa, de hecho me puse en acción, le dije a mi cuñada que me ayudara, así fue ella aceptada.

Ella me ayudará a poder arreglar el salón donde será la fiesta, yo compraré la comida y bebidas. Mi suegra se hará cargo de distraer a Elliot para que no sospeche.

Estoy emocionada por esta fiesta, vendrán los abuelos de él y la madre biológica de ella. Le pedí que pudiera estar mañana y aceptó.

La casa donde hemos llegado es hermosa, es como una mansión pero me encanta su estilo ya que tiene para darse una bañada en alberca, patio grande y demás.

Miro el cuarto de nosotros, es grande tiene la mitad sólo para mis cosas, y el otro lado es para su ropa y otras cosas que guardar. El baño tiene un jacuzzi grande, la regadera, un mueble mediano y un espejo grande.

Uff esta casa es hermosa, de seguro la compró para nosotros, miro por la ventana y se ve los pinos, el clima es frío y a veces neva.

Siento a Elliot rodeando con sus brazos en mi cintura, pongo mis manos en sus manos.

-Sabía que te iba a gustar la casa.
- La compraste apenas?
- No ya tiene como 6 meses.
-¿Por qué no me dijiste?
- porqué esta casa la iba a vender porque aquí tenía pensado llevar a nuestros hijos a vivir por un tiempo.
- Entiendo. 7 meses de la muerte de mis hijos.
- Dios nos dio oportunidad de darnos uno.
- Así es.

Comienza a quitarme mi vestido sensualmente, yo su camisa y me carga al jacuzzi, me río un poco, ya que estamos desnudos, lo hacemos.

Hacemos el amor, terminamos de bañarnos, elliot me sienta alado del lavabo me sostengo de ahí para que Elliot me haga suya, ya que para va a hacerme sexo oral.

Gimo de placer, agarro su cabello y digo su nombre, ya después me voltea, separa mis piernas y hace su función. Al terminar besa mi glúteo para luego dejarme bañar.

No puedo creer que hayamos tenido sexo salvaje, mis mejillas arden pero ya merecíamos algo de placer. Ya cambiada, veo que Elliot trae comida japonesa.

Encargo makis naturales de quesos, comemos tranquilos y viendo una película de terror. Hoy decidió Elliot trabajar hasta mañana.

Hago palomitas, mientras que Elliot pedía pizza, ya que están, voy arriba y  dijo que la pizza es de hawaiana. Pago al muchacho para llevar la pizza y encargó Elliot para los guardias.

Vemos otra película de drama, yo terminé llorando pero Elliot no dejaba de  reírse de mi por mis caras de berrinche que hacía al llorar por escenas.

Veo por la ventana que ya es de noche, me tapo con las cobijas y me acurrucada de Elliot, me abraza y miro la última película para dormirme.

El sueño es sueño y ya no supe más.

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