¡Sólo tú, imbécil! (Editando)

Capítulo 5 (II) - Cameron

*Aviso ⚠: Este capítulo es uno extra, es parte de la nueva edición. Espero que les guste.

Spoiler: Creo que amo más a Ryan que a Cam, ups, lo dije.

Nah mentira o tal vez no 😏*

*****

Cameron

Aisa y yo habíamos discutido.

La discusión había sido tan absurda como al mismo tiempo innecesaria. Había sido por aquella chica estúpida del skate.

Aisa no estaba de acuerdo con mi comportamiento, ella odiaba mi faceta de idiota -que cabe resaltar que me salía muy pocas veces- y la manera despectiva que solía tratar a aquellas personas que no me agradaban. Me recriminó mi falta de tacto hacia la chica.

No entendía su drama, estaba convencido que había un trasfondo en su actitud.

No me sorprendía que me lo sacara en cara ya que yo no era así. Y sí, puede ser que haya exagerado un poco pero jamás lo admitiría, para su mala suerte, mi orgullo era algo que no me permitía hacer cosas que una persona autocritica haría.

No iba a dar el brazo a torcer.

Todo ese problema surgió luego de ver como la lastimaban por una estupidez, se supone que ella debía entender las razones por las cuales estaba enfadado y era porque le habían hecho daño. Pero no, Aisa siempre se dejaba llevar por lo que era correcto y justo, y en eso no nos entendíamos.

-¡Boo! -gritó alguien a mis espaldas.

Rodé los ojos, -Jamás conseguirás asustarme, Ryan. Ni por más que lo intentes, resígnate.

-Que se resigne tu trasero, algún día lo lograré -cruzó los brazos-. Como sea ¿Me vas a contar por qué desde ayer tienes esa cara de culo?

Sabía que tarde o temprano preguntaría.

Era nuestro segundo día de clases y solo faltaba asistir a una clase para salir de este lugar.

Gracias padre santo

Ahora mismo, estábamos en el pasillo, yo con la espalda en los casilleros detrás de mí y él abriendo su casillero para luego revisar uno de sus libros sin mucho interés.

-Discutí con Aisa, es todo -traté de no tocar el tema a trasfondo.

Supe que era inútil al ver la expresión curiosa de Ryan.

A ese imbécil le tenía que contar detalles. Ryan Harrison era el típico amigo que se asimilaba a una viejita chismosa.

-¿Y...? -hizo un ademan para que siguiera.

-Y ya, no necesitas saber lo demás.

Chasqueó la lengua, -¡No seas pendejo! ¡Dame el contexto!

Decidí no prolongar más, era inútil. De todas maneras, iba a saber.

Apreté la mandíbula, -Fue por una chica.

Abrió la boca, sorprendido -¿Te vio ligando con una?

Fruncí el ceño, -¿Qué? No, claro que no -dije inmediatamente-. Sabes que nunca haría algo así, no soy tan cabrón.

Rodo los ojos -Cierto, había olvidado el papel de novio perfecto que te cargas. Es como si hubieras leído un montón de veces el manual de "cómo ser un novio intachable" antes de comenzar tu noviazgo con ella.

Le puse mala cara.

No es que me crea el novio perfecto, soy todo lo contrario. Soy egoísta, terco y muy orgulloso, lo sabía perfectamente.