Con los ojos vendados

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📌Advertencia: el cap tiene contenido sensible y puede llegar a resultar violento📌

Oscuridad, en eso me veo envuelta una vez la salida se cierra ante mis ojos. Namjoon sujeta de mis caderas como si de eso dependiera su vida y me levanta como si de una pluma se tratase arrastrándome escaleras abajo, sintiéndome tras cada escalón más cerca del infierno.

Intento gritar pero la falta de aire no me lo permite. Mi pecho sube y baja, mi estómago se remueve y mi corazón amenaza con detenerse en cualquier momento. No sé qué hacer, me encuentro en un ataque de pánico y todo comienza a tornarse borroso.

—Tranquila princesa —susurra en mi oído acorralándome en un rincón—; yo no te haré más daño que el que sea necesario —menciona tomando de mis manos para encadenarlas.

Mis manos tiemblan tras su contacto e intento evitar a toda costa que me haga presa de esas cadenas. Con la poca fuerza que me queda y aún aterrada meneo mi cuerpo para poder golpearle; fue difícil, pero conseguí darle una patada que lo hizo separarse por unos segundos. Lástima que ese escaso tiempo no me alcanzara para nada, ya que Namjoon hecho una furia se lanzó hacia mí estrellándome contra la pared. Sentí como mi cabeza recibió el golpe  dejándome un fuerte palpitar en la parte trasera.

Parpadeo con dificultad intentando recuperarme tras el impacto pero sin poder siquiera moverme él toma de mi rostro con fuerza apretando cada vez más mi mandíbula. Su agarre era tan fuerte que no pude evitar soltar un quejido de dolor, pero este tras oírlo solo me apretó aun más llegando a alzar mi cabeza a tal punto que creí que se despendería del cuello en cuestión de segundos.

—Yo que te iba a tratar como toda una princesa —menciona con fingida tristeza—; que digo princesa, en mis brazos te habría tratado como toda una reina —susurra en mis labios antes de dejar un beso en ellos—. Lástima que ya no te lo merezcas.  —Sonríe con malicia antes de pasar a destrozar mi ropa.

—¡Déjame! —grito con todas mis fuerzas golpeándolo en los brazos, la cara y el abdomen— ¡No me toques!  —vuelvo a gritar clavando mis uñas con fuerza en su cuello haciendo brotar la sangre.

—¡Aaaah! —se queja tras mi ataque y estampa su inmensa mano en mi rostro, en una cachetada que nubló mi vista—. Maldita desquiciada —menciona y vuelve a golpearme— ¡¿Te gustan los golpes?!  —grita golpeando mi abdomen haciéndome caer de rodillas al suelo—. Pues eso recibirás puta de mierda —menciona con una maligna sonrisa asomándose en su rostro, claramente disfrutando de la situación.

Una patada golpea mi costado y caigo al suelo de golpe con mucho dolor, aún así me remuevo en el lugar e intento incorporarme para salir aunque sea a rastro. Deslizo mi cuerpo con fuerza por el suelo en un intento de huida, pero él no me detiene tan solo observa mis desesperados movimientos de escape y se ríe.  

—¿Dónde crees que vas? —inquiere burlón y volteo a verle, su mirada oscura paraliza mi sangre, claramente él sabe que intento escapar, pero no me detiene porque solo quiere hacerme sufrir; solo quiere ver como corro a la salida para él nuevamente arrastrarme al infierno.

—Me voy —respondo a pesar de que él ya lo sabe y me ayudo de una de la paredes para poder ponerme de pie porque lo temblores de mi cuerpo no me permiten moverme bien—. Ya te dije que me dejaras en paz —le gruño y el enfado crece en mí.

Aún permanecía aterrada ante su presencia pero parte de ese temor se iba convirtiendo en odio y furia cada que se burlaba de mi situación; cada que su rostro reflejaba placer ante mi miedo.