Siento como mi cuerpo y alma se quiebran cual cristal, y sé que debo despertar, que aún estoy viva; pero no quiero estarlo, no quiero regresar. Aun así la vida se aferra a mí y como cubo de agua fría empapa mi cuerpo haciéndome abrir los ojos.
Tengo la cabeza gacha como colgando con cansancio de mi cuello, intento moverla un poco mientras me esfuerzo en enfocar mi borrosa visión. Tras varios pestañear me enfrento a mi realidad.
Me hallo en una esquina del lugar sentada contra la pared y las piernas tendidas hacia delante, mientras que mis manos se encuentran atadas sobre mi cabeza a unas cadenas que cuelgan del techo. Mi cuerpo está desnudo con notables marcas que sobresalen de la piel; una enorme herida adorna mi abdomen mientras que mis muslos se encuentran desgarrados con varios cortes superficiales… Todo me provoca un dolor infernal, pero aun así lo que hacía que mis ojos se inundaran en lágrimas era observar mi intimidad manchada en sangre; me dolía, me dolía demasiado…
Mi cuerpo vuelve a temblar al recordar y lloro, dejo salir las lágrimas como cascadas que caen de mis ojos tristes y sin esperanza. No me quedan fuerzas, ya no me quedan deseos de continuar. Me siento sucia y utilizada, quiero huir, correr sin rumbo hacia el horizonte y perderme dejando este mundo para siempre.
—¡Young Mi! —siento una voz sorprendida llamar mi nombre y levanto la vista para encontrarme con su mirada.
Yoongi me observa fijamente a través del cristal de la puerta que en un momento estuvo oculta tras unas oscuras cortinas. Con apresurados movimientos lo veo abrirse paso y correr hacia mí con preocupación.
—¿Estas bien? —pregunta arrodillándose a mi lado intentando soltar las cadenas—. Jungkook ha estado buscándote como loco, todos pensaron que habías conseguido escapar y andan peinando la zona —me informa con rapidez tras liberar mis manos—. Al ver que no te encontraban de inmediato pensé en Namjoon y este lugar. ¿Puedes ponerte en pie? —interroga y niego con la cabeza—. Ven, te ayudo —menciona estirando sus brazos para tomar de mi cuerpo y levantarme.
Observo su mano con miedo e intento separarla de mí, no quiero que me toque, no quiero que nadie se acerque a mi cuerpo. Estoy débil y vulnerable, incapaz de moverme por si sola, pero no puedo tomar la mano que me ofrece, algo en mi me impide hacerlo; quizás por el miedo desmesurado que corre por mis venas haciéndome dudar de cualquiera.
—No te voy a hacer nada —menciona mirando fijamente mis ojos—. Permíteme ayudarte, no creo que estés en posición de negarte.
No digo palabra alguna, solo observo como intenta ayudarme nuevamente y lo acepto deslizando mis pies adoloridos para comenzar a caminar hacia la salida. Las escaleras ante mis ojos ya se veían como una tortura que mi cuerpo desgastado no podría tolerar.
—Vamos, ya no queda mucho —menciona en un intento por motivarme a seguir caminando.
—¿Por qué me ayudas? —interrogo con cansancio observando su rostro, la verdad es que no tenía por qué hacerlo y ni siquiera era tan cercano a mí como para importarle lo que me pueda pasar.
—No lo hago por ti —su voz sale ronca y veo como mira al frente dejándome solo poder apreciar su perfil—, lo hago por mis hermanos…
—¿A qué te refieres?
—Yo sería capaz de dar mi vida solo por evitar que se puedan hacer daño o que puedan meter la pata… —explica sin volver a mirarme—, y en esta ocasión salvarte es salvarlos a ellos. —Lo observo confundida sin poder entender bien sus palabras.
Yoongi parece percatarse de mi confusión así que se anima a explicarme justo cuando ya nos encontrábamos por abrir la puerta, pero lastimosamente no fue su voz la que rompió el silencio.
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Con los ojos vendados
FanfictionUn secuestro transformó la vida de la joven Lee Young Mi. Será convertida en dama de compañia, sin embargo, su caracter fiero y osado le trae muchos problemas y puede que alguna solución. ¿Podrá esta chica librarse de su encierro? ¿Todos dentro de e...