El Secreto del Vínculo ©

Capitulo 14

Capitulo 14

Mayo — 2008

Boston College — Facultad de Artes

Boston — USA

                       Camine por los pasillos de la facultad de artes saboreando el frescor de la tarde, era una sensación indescriptible para el  arte, la sed de conocimiento, música y una magnifica fuente de distracción para la situación que se escapaba de mis manos. Sacudí la cabeza alejando el recuerdo de sus ojos de miel ordenándome partir. Maldición.

Había ingresado al Boston College dejando mi curriculum por diversión, no me apetecía pasar la vida en el departamento más que lamentandome por haber perdido al amor de mi vida dos veces. Como fuera,  mi formación había dejado atónitos a los rectores de la universidad y me llamaron inmediatamente para ofrecerme el puesto de profesora en varias destrezas artísticas y filosofía. Acepte contenta mi nueva labor. Pero para algunos de mis alumnos era irritante tener a una profesora tan joven. Y no los culpaba, podría tener la edad que tenia pero para ellos tenía la misma apariencia que cuando conocí a Joseph, unos veinte y pocos.

Nuestro viaje ya había terminado, pero, no podía regresar sin David. No. No. No. Simplemente no. Luego de un par de meses, Ren había estado un poco más grande y yo pude concentrarme intentar localizar a David. Intentar es la palabra clave aquí, intentar sin éxito alguno. Por experiencia sabia que me estaba bloqueando y no tenía la más remota idea de por donde seguir buscando. Un nudo en mi garganta se formo atormentándome.

Dios mío ¿Qué iba a hacer? ¿Cómo lo iba a encontrar?. la India, Brasil, Panama, Suecia, El Cairo... y La lista continuaba. "¿Cómo lo iba a encontrar?"

Entonces por aquel enorme pasillo comenzó a sonar un el preludio de Bach  No 1 de Chello. No me pude contener, era como la música si me llamara. Corrí  a su origen mientras la música se aceleraba con alegría haciendo palpitar mi corazón m{as rapidamente, necesitaba encontrarla. Cuando estuve delante de la puerta de uno de los salones de música cerré los ojos absorbiendo la última tonada antes de abrir la puerta delante de mí.

Joseph.

Su cara fue como arrojarme una cubeta de agua helada y pasmada por lo del balde no supe que hacer a continuación.

—Casiella—Dijo en un susurro

—Ay Dios... —susurre y di un paso atrás

— ¡Casiella! —Dijo dando un paso contundente al frente

Las personas en el anfiteatro observanban  en mi dirección y  yo estaba ahí sin saber que hacer, parecia la culpable de un crimen que certeramente había cometido o peor aún, pod{ia comparar la escena con uno de los familiares acompañantes en ¿Quién quiere ser millonario? enfrentando ese condenado reflector mientras el conductor del programa te preguntado <<¿Está de seguro de su respuesta?>>

—Joseph dio otro paso adelante— Cassiel te he...

Di otro paso atrás. Yo nunca estaría preparada para esta clase de desafíos, es decir la última vez que había visto al tipo me había escondido detrás de la enorme espalda de Kurt y huí como una nena llorona, pero aquí no estaba Kurt para salvarme de nuevo.

— ¡Casiella!—Grito cuando noto mis intenciones de abandonar el lugar

Ok esa era mi alarma de salidar. Sali pitandor la puerta corriendo como si mi vida dependiera de ello,  el pasillo de repente se había hecho interminable bajo mis pies.