Capitulo 4

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Tres años después

Fontvielle, Mónaco

El cielo era tan  hermoso y brillante que no podía verle fijamente sin que se me aguaran los ojos. Mónaco era increíble, cuando llegamos pensé que por estar cerca del mar la cuidad seria pegajosa, pero en realidad solo en el puerto se sentía el salitre. 

El viento alborotaba los rizos de mi frente, rodé mi sombrilla en mi mano como cuando era pequeño mientras caminaba. No necesitaba la camioneta que me había comprado dos meses atrás. David y Charlotte eran un par de niños mimados,  el sitio no tenía ni cuatro kilómetros enteros y ellos insistían en no salir a pie.

El camino a la oficina no era un trecho muy largo desde donde viviamos, solo había que cruzar una avenida más tres calles y presto Av. des Castellans, contaba con varios edificios que servían de centros empresariales y cerca estaba BCA de Mónaco y el Mónaco BusinessSolutions, aunque para ser sincero me estaba comenzando a preocupar que fuera yo el único que hiciera todo el trabajo de oficina.

—Buenos días Sr. Montaing —Dijo François desde la portería

Salude con la mano al portero del edificio. Camine por el vestíbulo y espere el ascensor. "¿En verdad era el único que había estado trabajando desde un par de meses atrás? " considere preocupado.

"¡El CDM con esos dos! ", pensé  ahora molesto.

 Claro, C. justificaba su existencia nada más que con dormir, comer y vestirse bonito, mientras que el otro huevón terminaba el trabajo de un mes en veinte minutos.

Accese al ascensor con una ligera molestia en el cuello y marque el piso y espere.  Estaban abusando de mi buen corazón, "Gemelos demoníacos", pensé irritado. Acomode mi traje clásico Ralph Lauren y suspire observando el marcador del ascensor, cinco, Seis...

"¿Hablando de números que día era? ", revisé mi reloj de mano yyyyyy ¡Era último!, eso significaba que Mürdorc llamaría en cuestión de... 

"¡Malparió ascensor de mierda!"

Entre a mi oficina a la carrera después de saludar a la secretaria de turno. Encendí el ordenador y apareció el mensaje de bienvenida.

—¡Bien, bien, bien prende de una vez! —Aúlle, tenía que aprender a controlar mis ataques de ansiedad, terminaría muerto si continuaba a ese ritmo.

Recibí una llamada de mi secretaria.

—<<¿Sr. Montaing se encuentra bien?>> —Dijo al otro lado de la linea.

"Chismosa".

—Si Daphneé, no te preocupes —"Oh, por cierto el lunes te despido" ,  pensé mientras el menú de entrada aparecia en pantalla—, no me vayas a molestar en la próxima hora...  —Comencé a teclear sobre ella abriendo el programa de comunicación, si no llegaba temprano seguramente me armaría la típica bronca de irresponsable— Estaré en conferencia con alguien importante.  

—Si señor, ¿Quiere que le lleve cafe? —"no pasaras del lunes querida", pensé cortando la comunicación.

"¿En qué paquete me había metido?"   Encendí la laptop mientras esperaba la llamada de Mürdorc.   "¡Esa mujer estaba loca!" , declare mientras consultaba el ingreso de dinero del último mes.  Solamente me la había follado tres veces la última semana, era martes, y ya se creía dueña de mi 

El Secreto del Vínculo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora