Capitulo 17
Había pasado una semana más o menos desde mi regreso, ya no contaba los días, se habían vuelto simples vestigios de tiempo envueltos en una burbuja que podría explotar en cualquier momento.
Sacudí ese pensamiento lejos concentrándome en el presente, las maletas ya estaban hechas y solo quedaba pasar por Lottie luego de buscar a Ren e iríamos a un pequeño retiro en la villa de Kurt y Diana para celebrar el cumpleaños de la pequeña Eve.
Aparque cerca de la guardería y baje del auto. Me hubiese gustado pasar todo el día con el bebe pero Lottie insistía en que debía socializar con otros niños, una guerra se avecinaba, mi secuestro no había sido por alguna estupidez tan banal como el dinero. Estaban buscando debilitar a la familia. Lottie sabía eso, por eso quería que Ren disfrutara el ser niño lo máximo.
Entre en el kíndergarden aburrido de la mirada de la maestra de guardia. Rodé los ojos caminando por el pasillo cuando llegue a la puerta del salón 1-A toque el cristal de la puerta y pude ver como la maestra se levantaba apresuradamente a recibirme. Entreabriendo la puerta me saludo.
—Buenas tardes Sr. Blake —dijo la maestra. Odiaba a esa mujer. Era como esa clase de personas que te caen pesados solo con verlas— ¿Temprano de nuevo por Ren?
—Si... —respondí. "¿O quizás sería que me molesto el infarto que tuvo la primera vez que me vio?" Meh. La mujer salió en búsqueda del niño cuando no obtuvo más comentario que ese sí.
"Idiota" pensé cuando se alejo, recuerdo que en su cabeza ese día circunvalaron millones de teorías por mi apariencia e incluso la verdadera, pero nunca pudo probar nada.
—Saluda a Papá—dijo la maestra abriendo por completo la puerta,
Los ojos de mi hijo se iluminaron cuando atravesó el descansillo de la puerta y corrió torpemente a enterrarse en mis brazos. Lo abrace sintiendo como me envolvía un amor indescriptible. Lo cargue, me despedí de la vieja con la cabeza y salí caminando en dirección a la puerta. Durante la caminata le pregunte un montón de cosas que no podía responder más que con algunas palabras y barullos pero sentía que pese a no entender tenía que darle a saber que me importaba muchísimo y que estaba ahí para él.
Cuando llegamos a carro, lo acomode en su asiento y recordé a mi propio papá, sonreí cuando entre al carro. El también fue de esa forma con cada uno de nosotros, completamente entregado a hacernos sentir parte de él...
Sacudí la cabeza recordando el hecho que estaba casado con mi gemela y teníamos un hijo. Acelere por la calle, echándole un vistazo a Ren por el espejo retrovisor, este jugaba distraídamente con un laser de Star Wars en miniatura. Sonreí al espejo y seguí en la vía.
"¿Qué diría Ignacio Montaing de saber que sus hijos tenían un idilio entre ellos? " Joder no pude alejar la mierda por completo.
Había demasiadas cosas que me estaban torturando la cabeza después de ese maldito secuestro. Esas personas sabían demasiado, incluso después de la lobotomía que me vi obligado a hacer. Me estaba comenzando a consumir el hecho de que faltaba poco para volver a enfrentar a ese monstruo peludo llamado sociedad, incluso si nuestra gente era diferente a la sociedad humana, daba miedo. Daba muchisimo miedo.
Un cornetazo me trajo de vuelta a la realidad. Mis reflejos actuaron rápidamente maniobrando evitando un tremendo coñazo. Freno de mano, el carro giro en ciento ochenta grados quedando fuera de riesgo, tres carros se habían visto en vueltos en el casi choque que estuvo por suceder. Mi corazón latía en mi pecho dándome la sensación de estar a punto de salirse por mi boca. Me volví rápidamente a ver a Ren y el bebe solo tenía los ojos muy abiertos, aferrándose con ambos brazos al laser de luz. Desabroche mi cinturón y fui a por él, tomándolo entre mis brazos lo bese y le pedí perdón en los infinitos idiomas que conocía.
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El Secreto del Vínculo ©
RomanceDos almas envueltas en una mala jugada del destino. -Cuando Yago murió el mundo de Charlotte se vino abajo. Trastornada por no haber partido al más allá en compañía de su amado, escapa a tierras lejanas en con el fin de no regresar jamás. -Decidi...