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Caminaba lentamente por los céspedes de Romney Hall, una ligera llovizna comenzaba a caer, decidió seguir su paseo, a pesar de que su camisa ya se encontraba empapada y el frío comenzaba a llegar hasta sus huesos. Se detuvo y contempló el horizonte: en el cielo lleno de nubes se asomaba el atardecer con sus destellos color naranja y amarillo.

Pensó en Eloise...y sonrió.

La sonrisa de Phillip desapareció cuando miró dos caballos entrando a toda prisa a su propiedad, frunció el ceño y agudizó la vista para poder reconocer a los jinetes, abrió mucho los ojos, por supuesto que los reconocía: eran Gregory y Michael. Su corazón comenzó a latir de manera descomunal, le faltaba el aire.

«¿Le sucedió algo a Eloise?», pensó. 

Comenzó a correr en dirección a la puerta.

Gregory detuvo el caballo frente a la entrada al igual que Michael y bajó de un salto. Golpeó desesperadamente la puerta y unos segundos después, Gunning atendió:

—¿Hola?

—Necesito hablar con Phillip —interrumpió Gregory.

—¿Podría saber al menos su nombre? —preguntó Gunning.

—¡Gregory! —Phillip corría hacia ellos.

Michael, Gregory y Gunning miraron a Phillip. Cuándo estuvieron uno frente al otro, él preguntó:

—¿Qué hacen aquí?

—Tienes que ir a Londres —respondió Michael.

A Phillip se le detenía el corazón:

—¿Qué sucede?

—Es Eloise.

Y Phillip, con la paciencia agotada, gritó:

—¡Hombre, dime que sucede con ella!

—Está... embarazada —dijo Gregory.

Michael le dio un ligero golpe a Phillip en el hombro.

—Enhorabuena, Phillip.

Gregory miró severamente a Michael y la gran felicidad que sentía Phillip, se convertía en preocupación.

—Si ustedes lo saben, entonces... —no pudo terminar.

—Anthony pretende casar a Eloise con uno de sus hombres de negocios —explicó Gregory—. Eso fue lo que escuché. Conozco a Watson, es un hombre horrible y mi hermano tiene nublado el juicio, está muy enfadado con Eloise.

Michael golpeó a Gregory.

—¡Baja la voz! —después miró a Phillip—. No queremos meterte en problemas con tu mujer... es solo que...

—Marina murió hace una semana —respondió Phillip con expresión seria.

Todos los miraron y se hizo un silencio.

—Lo siento —admitió Gregory.

Phillip sonrió cortésmente.

—No sé qué decir al respecto.

Se incorporó y miró a Gunning:

—Trae un caballo.

—Phillip, no lo sabíamos.

—Está bien —respondió—, es... complicado.

—Entonces debes darte prisa —añadió Gregory—. Hemos tardado casi dos días en llegar, Anthony hará lo posible porque las amonestaciones se lean cuanto antes.

Gunning llegaba con un caballo perfectamente ensillado y una gabardina de cuero.

—Milord.

Phillip recibió la prenda y miró a su mayordomo.

(REEDITADA) BRIDGERTON || ELOISE & PHILLIP || PHILOISE || LAS COSAS QUE HICEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora