episode 10. El día que esperábamos

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Junio del 2022, día viernes

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Junio del 2022, día viernes


NI UNA SOLA SOLA CHICA DESPUÉS DE LAS DOS PRIMERAS clases llevó nada en las manos. Tampoco los vi en Tamara ni en Ángela. Solo yo. Mis manos cubiertas de dibujos parecen las tazas de porcelana china, las que se guarda en una vitrina de cristal y que nunca se utiliza. Como objetos frágiles cuyo lugar no es un instituto y que deben guardarse con cuidado inmediatamente. El estado embriagador y mareado en el que me encontraba cuando creé Moxie desaparece, como si en realidad hubiera ido a la copistería en mitad de un sueño.

Como cabía esperar, Ángela se da cuenta de los dibujos en mis manos. Es mi mejor amiga. Se da cuenta de cuándo hasta cuando me rasuro las piernas.

—¿Y eso? —dice señalando con la cabeza mis manos entrelazadas en el regazo, como intentando esconder los dibujos que me he hecho al amanecer.

—¿Te los has hecho por el zine?

Me encojo de hombros.

—Yo qué sé. Estaba aburrida —contesto. Es una excusa estúpida. Por primera vez en mi vida tengo ganas de que llegue la profesora y empiece la clase puntual.

—Supongo que no lo entiendo —dice Tamara, que se une a la conversación—. A ver, creo que el papel ese tenía razón en algunas cosas, pero ¿Cómo va a cambiar nada dibujarnos estrellas y corazones en las manos?

Me mira los dibujos y noto que me queman las mejillas.

—Tienes razón, ha sido una estupidez —le digo avergonzada.

De pronto, se me hace un nudo en la garganta. Si rompo a llorar delante de mis amigas por esto, sabrán que pasa algo.

—No, no quería decir eso —añade Tamara con voz suave—. Solo me refería a que yo también creo que este sitio está fatal, pero no creo que vaya a mejorar. Es una buena idea, pero… Ya sabes.

Ángela me da unos golpecitos en la espalda como muestra de apoyo.

—Solo demuestra que eres una idealista, como yo pensaba —me dice.

FEMINIST, moxieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora