episode 14. Feijoada

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EL RESTAURANTE DE MI TÍA —Brazilian seasoning era la definición de un restaurante familiar, y para mi tía; un pequeño lugar pintoresco para llenar nuestras entrañas con el delicioso sabor de Brasil

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EL RESTAURANTE DE MI TÍA —Brazilian seasoning era la definición de un restaurante familiar, y para mi tía; un pequeño lugar pintoresco para llenar nuestras entrañas con el delicioso sabor de Brasil. Desde que se abrió, he estado ayudando en este lugar lleno de tradiciones y recetas secretas transmitidas de generación en generación.

Al entrar al restaurante, el agradable aroma de especias exóticas se mezclaba con el sonido de la música brasileña que se reproducía en el fondo. Las paredes de colores vivos adornadas con fotos de paisajes tropicales y eventos familiares, creando una atmósfera cálida y acogedora. Las mesas de madera maciza y las sillas de mimbre invitaban a los comensales a tomar asiento y disfrutar de un pedacito de Brasil.

Ya me he acostumbrado a la rutina del lugar. Los olores, los sonidos. El ruido de las personas cuando hablan, el chirrido de las sillas sobre el suelo. Curiosamente, no lo odio. Es el lugar que ha sido el hogar de Milagros en estos últimos meses, y donde quiera que ella esté, es donde quiero estar.

Milagros esta ocupada en la cocina, supervisando cada plato que salía. Su cabello oscuro recogido en un moño desordenado, con una sonrisa en el rostro mientras se movía con agilidad entre los fogones. Me acerqué a ella.

—¿Cómo estuvo tu cita? —pregunté

Ella volteó hacia mí, carecíande su brillohabitual. —¡Gloria, mi querida! Estoy tan contenta de que estés aquí para ayudar. Hay mucho trabajo por hacer hoy.

¿Soy yo o ella me evadió la pregunta?

—Milagros ¿Cómo estuvo tu cita? —volví a preguntarle.

Suspiró.

—Estuvo bien, creo.

Levanté las cejas.

Ella mordió suavemente su labio inferior, un gesto que yo conocía bien. Cuando Milagros estaba inquieta, solía hacerlo.

—Bueno, estuvo bien, pero... No sé, Gloria, siento que siempre es lo mismo. Hablamos de cosas triviales, de nuestras vidas cotidianas, pero nunca profundizamos en nada importante. Me pregunto si realmente me conoce o si solo está interesado en pasar un buen rato —continuó—. Le pregunté sobre su familia y lo único que me respondió fue: Vengo de una familia de diez hijos y mis padres no me ayudaron en nada. Se pagó él solo la carrera de medicina.

FEMINIST, moxieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora