Capítulo 15

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-Rubiúh, anímate un poco, ¿vale?

-...

-¿Quiereh que juguemoh algo, o prefiereh salir?

-...

-Anda, Rubiuh... no puedes quedarte así para siempre.

Mangel estaba en casa de su amigo. Luego de casi cinco días sin ver a Rubén, fue a verlo a su casa. El chico seguía triste, aunque ya no en el estado deplorable en el que lo había encontrado Amira. Ya no bebía y se había duchado, pero seguía sin querer hacer algo más activo que estar en su casa, ver televisión o estar en internet.

-Para qué, Mangel. De qué me sirve, si cualquier cosa que haga, toda decisión que tome, terminará en un final triste- dijo Rubén cambiando los canales de la televisión.

-¡Pero de qué coño hablah! Si te refiereh a lo de Amira...

-No me la nombres, por favor.

-Vale. Si te refieres a ese tema, pueh ya debeh superarlo. No hay ningún final ni nada, la vida sigue. Incluso ella te ofreció su amistad y, ¿sabeh? Parece ser una buena chica. No deberíah desecharla así como así solo porque... bueno... te rompió el corazón sin saberlo.

-Ay, mi Mahe, no lo sé. Es que... me duele, ¿sabes? Imaginarla, ver sus ojos y pensar que es de otro, que la quiero tanto y ella nunca me corresponderá...

Mangel pasó su brazo sobre el hombro de su amigo.

-¿Sabeh a lo que me recuerda? A nueshtrah seguidora. Siempre leo lo mihmo. Me duele pensar que nunca loh conoceré, me duele pensar que lo amo tanto y nunca sabrá que existo y cosah así. Pero aún así noh siguen, y ven nuehtroh vídeos, noh hablan por twitter, por facebook y cuando noh ven o leh contehtamoh, son inmensamente felices.

Rubén sonrió de lado. Era verdad, sus seguidoras siempre eran fieles, y se quejaban de que no les contestaban sus mensajes, pero es que joder, eran tantos...

-Sí, vale, está bien. Pero nuestros seguidores no nos concen en la cida real. Yo a Amira sí...

-No noh conocen, y aún así noh quieren. Y tú que la conoceh de verdad ¿piensas odiarla? ¿Despuéh de todo lo que han cultivado?

-Mahe, ¿por qué te interesa tanto?

-Porque te conozco, y sé que si cortah relacioneh para siempre con esta chica, sufriráh máh que si son amigoh... ademáh, su ehposo podría sufrir un accidente...

-¡Mahe!

-Que es coña, Rubiuh -respondió Mangel riendo. Rubén no pudo reprimir una carcajada-. Por lo menoh te hice reír. Venir acá no fue una pérdida de tiempo.

-Mahe, ereh el mejor amigo que alguien pudiera tener -dijo Rubén abrazando a su amigo.

Mangel tenía razón. Quizás en este momento, le doliera pensar en Amira, pero más adelante, en algún momento habría de topársela. Mal que mal, vivían en el mismo edificio, e ignorarla le dolería más. Quizás estar en la friendzone no fuese tan malo.

La vecina del Rubius [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora