Eras tú, No me dejes... (TERMINADA)

Capítulo 23

FINAL...

Ése fue un día de victoria y revelaciones para la pareja, Enzo realmente estaba feliz caminando junto a su hermosa Gamma, su luna, mientras iban de regreso a la manada, todos los soldados y guerreros del alpha estaban fascinados con la hermosa loba blanca de ojos púrpura, la elegancia con la que caminaba era realmente maravilloso, emanaban envidia por el alpha el haberle tocado como compañera una loba descendiente de la diosa Selene, y más siendo tan fuerte y extremadamente hermosa.
 
Los días pasaron y la felíz pareja esperó la llegada del eclipse de la luna roja,  no sabían que esperar respecto a la profecía, pero de lo que si estaban seguros era que su amor no iba a cambiar, se mantendrían juntos pase lo que pase.
 
Y el día y la noche llegó para ser uno, la luz se volvió noche y la noche fué total oscuridad, antonella se encontraba junto a su esposo, padres y la manada entera esperando que se cumpliera aquella historia de la que hablaban en los libros y que tenía en angustia a todos los brujos en el aquelerre.
 
Cuando todo fué oscuridad, antonella fué absorbida por una extraña luz que salió de la luna roja, haciendo que el cuerpo de la gamma levitara y ella entrara en el mismo trance de años atrás.
Todos estaban asustados con lo que le ocurría a su luna.
Ante los gritos de dolor de antonella, el alpha salió velozmente a su auxilio, viendo como era sacado del cuerpo de su luna una luz brillante que cegó a todos, haciendo que antonella caiga bruscamente al piso sin signos de vida.
El padre todo poderoso hechizo a la última desciente de su hija, para provocar dolor en los corazones de los hombres lobo, arrabatarles la fe y la felicidad sólo por castigo a su hija que se deshonro por un simple mortal.
Selene sabía que su padre era cruel y testarudo, pero ella sabía que él la amaba.
Antonella tenía en su interior vida, y ésa noche sería el inicio del fin, fué un duro castigo que su padre dió a selene.
Antonella lleva en su vientre vida, una vida procreada de un amor puro y desinteresado, honesto y hermoso.
El castigo era no procrear más descendencia de los licántropos, pero antonella fue un milagro después de siglos que el primogénito de la diosa Selene pudiera tener descendencia y antonella era la última  viva.
Ella sabía que estaba embarazada y días atrás pidió a su madre, la diosa luna Selene que le entregaba en sacrificio sus poderes, su gen de lobo, pero que le diera la oportunidad de criar a su hijo y verlo crecer, el poder y la fuerza no la quiero, sólo deseo poder amar a mi lobito y cuidar juntos a nuestro cachorro...
Ése fué su sacrificio, antonella sería una humana más.
Enzo cargó a su bella mujer en brazos, la llevó a la casa cuando el eclipse terminó, todos lloraban y rogaban a la diosa luna Selene que no se llevara al reino de los espíritus a la luna de la manada, enzo no sentía el latir del corazón de antonella, rápidamente ya en la habitacíon y acostada en la cama, el alpha llora desesperado por su gatita.

Amor, eres tú no me dejes....

Suplicaba Enzo entre sollozos a su mujer, - te amo más que a mi vida antonella, y no la quiero si tú no estás conmigo, lo decía mientras besaba sus labios, ojos, mejillas y se abrazo a ella fuertemente cuando escucho un pequeño latir, su bebé estaba en el vientre de antonella, y ella no estaba muerta, estaba dando de su vida a su cachorro para que éste se aferrase a su madre y en un fuerte respiro, antonella abrió los ojos...

Lobito sexy, dijo débilmente a su alpha, - aquí nos tienes, dijo tomando la mano del lobo junto a la suya y llevarlas al plano vientre con una hermosa sonrisa, el alpha la tomó en sus brazos apretandola contra su pecho y enterrando su nariz en el cuello de antonella.

MIA, MIOS, SOLO MIOS!!! ronroneo el alpha sintiendo fuertemente el latir los corazones de su esposa e hijo.