26

657 111 45
                                    

Miércoles por la mañana, en Londres

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miércoles por la mañana, en Londres.

Coffee Island es una de esas cafeterías clásicas en las que se puede hablar cómodamente. Cada uno está en su historia y es exactamente lo que necesito ahora mismo: que nadie se interese por la conversación con mi hermana; si lloro, si río o si me fui de Buenos Aires con el corazón hecho trizas.

Nuria aparece con su cuerpo esbelto de sirena y su enorme sonrisa. Tiene una vida plena, feliz, junto una pareja a la que ama y la ama. William es un santo y cada vez que aparecen tomados de la mano en una reunión todo se ilumina.

―¡Hermanita! ―Nos estrechamos en un fuerte abrazo, la eché de menos. De mis dos hermanas, es con la que más tengo diálogo y coincido en mi forma de hablar y pensar.

Y de golpe, ¡brummmm!, me largo a llorar. Prometí no quebrarme, juré que montaría un personaje duro y compuesto, casi sin sentimientos, para que nadie descubriera lo mucho que estoy sufriendo.

―Hey...Cande...mi amor...―tenemos la misma altura y soy cinco años más grande que ella, pero ahora mismo, me siento como si fuera una niña pequeña. Mi cabeza se hunde en su pecho.

Regresamos a la mesa y tomo un par de servilletas para limpiar los rastros de mi llanto. Por fortuna, no me coloqué máscara de pestañas.

―Cande, ¿por qué no me dijiste la verdad? Podría haber ido a tu departamento apenas llegaste a Londres.

―No quería alarmarte, tampoco necesitaba escuchar sermones. ―gimoteo. La camarera aparece y mi hermana la echa a volar, segura de que me abriré plenamente y no necesito testigos.

―Entiendo, toda nuestra vida los escuchamos...―bufa.

―No creo que vos y Melina hayan recibido un sermón alguna vez. ―Le digo y revolea los ojos.

―Lo decís porque te fuiste de casa a los veinte. Nos dejaste...solas...con ellos...― Acusa débilmente y veo a la niña de quince años que era cuando me fui a vivir lejos del asedio de mis padres.

Es la primera vez que noto que mi partida hizo que mis padres apuntaran sus cañones hacia ellas.

―Necesitaba explorar las cosas a mi modo, tener mi propio trabajo, mi dinero, salir al mundo.

―Me costó mucho entenderlo, pero sé que era lo mejor. Mamá presionándote, papá insistiendo con que te alistaras la universidad para seguir con su legado. No fue fácil cuando te fuiste. Y sé que suena egoísta.

―Nuri...―nos apretamos las manos, sincerándonos como nunca ―, lamento saberlo ahora, sinceramente creí que ya habían cumplido con su cuota de crueldad y opresión conmigo. ―Sonreí lastimosamente.

―Lo bueno es que apenas cumplí la mayoría de edad conocí a Will y sin dudas, es lo mejor que me sucedió en la vida.

Extendió su dedo mostrándome una roca gigante y hermosa luciendo despampanante en él.

"En lo profundo de mi alma" - (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora