Los gemidos en la habitación de al lado son escandalosos y sobreactuados.
Sí, lo sé porque también fingí con este gusano que me tiene cautiva de su extorsión. Cubro mis oídos con la almohada, odiando mi vida.
Tengo pensado levantarme temprano y presentarme en el instituto educativo donde trabaja Ava.
Le pondré mi mejor cara de "andáte a cagar" y seguiré mi camino.
Decidí que la docencia no es lo que quiero hacer el resto de mi vida. Me gusta enseñar, me agrada seguir en contacto con el deporte que tanto amo, pero no de ese modo.
Decidí anotarme en la universidad y ya sé en qué carrera: Técnico Superior en Consultoría Psicológica o lo que se conoce como Counselor. Es largo de pronunciar, pero fácil de entender.
Quiero ser la persona que ayude a otros a transitar los caminos de cambio en cualquier ámbito de la vida, potenciar las capacidades humanas para mejorar como seres individuales y grupales.
Me siento preparada para eso y para ser mi propio conejillo de indias. Durante estos meses he atravesado circunstancias adversas como así también experimenté el amor en su forma más pura y desinteresada: Esteban cambió mi vida, él me dio una parte suya que siempre permanecerá en mi corazón.
Me levanto sin haber dormido los suficiente y descubro que la cocina está siendo invadida por una mujercita con edad apenas legal. Luce una de las camisas de Mike y lleva el pelo recogido en un rodete informal.
En tanto que yo parezco Medusa, con mi cabellera indomable, ella es una diosa rubia y de eternas piernas.
―¿Buenos días? ―Modo inglés activo, pregunto. Casi se muere de un susto y por un instante, siento pena por ella.
―Oh, lo lamento. No sabía que Mike tenía una compañera de cuarto. ―dice.
Pobre e inocente palomita.
―Oh, no. Soy la prometida de Mike. ―digo con naturalidad, lógicamente desconcertándola, pero divirtiéndome. No de ella sino con ella.
―¿Prometida? ―Sus ojos celestes son dos platos gigantes. Sumamente abiertos y rígidos.
―Sí, pero no te preocupes, no me mueve un pelo que pase la noche con cualquiera. ―Minimizo, haciéndome la superada. Mi corazón se inquieta, no de molestia sino de lástima por mí misma. Soy patética al aceptar esta situación.
Ella se mantiene dura y el humo comienza a salir de la sartén. Me obligo a ponerme de pie y echar un vaso de jugo de naranja recién exprimido para que no suene la alarma contra incendio del departamento y alerte al imbécil que ronca desde el cuarto.
―¡Mi desayuno! ―Hace un puchero angustiante. De cerca, parece aún menor y me veo en la obligación de preguntarle la edad ―. Mmm...cumpliré dieciocho la semana próxima. ―susurra como si fuera un delito...que lo es.
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"En lo profundo de mi alma" - (Completa)
ChickLitDiez años atrás, se conocieron tras un desafortunado y cómico accidente. Candela era la mejor amiga de la hermana de Esteban y la chica con peor reputación del colegio. Él era bastante tímido y cuatro años mayor que ella, por lo que enamorarse de un...