5. Amor y Guerra

84 12 43
                                    



Dan

Al final Frida no estaba equivocada al pensar que yo jamás encontraría en alguien más a alguien como ella.

Porque al final mi encuentro tuvo otro trayecto distinto, encontré una persona que nunca tendría la más mínima intención de destruirme, como ella lo hizo alguna vez; Amber era diferente en todo aspecto a  Frida, era simple, sencilla, pero tan ella misma a la vez, nunca tuvo el más mínimo detalle de parecérsele a Frida. Dos mujeres completamente diferentes, como dos líneas paralelas.

Frida siempre buscó la manera de manejar cada uno de mis acciones a su antojo, creyó que por más que yo escapara de su lado siempre iba a terminar regresando, me manejó de una manera destructiva, ya que demolió cada uno de mis sentimientos y nunca tuvo el valor de volverlos a reparar.

Sus intenciones siempre fueron imprecisas, cuando ella era menos, yo era más, nunca quiso verme a su lado ni con alguien más, siempre encontró la manera de impedir esa felicidad.

Ella siempre me orilló a creer que yo mismo necesitaba otra compañía.

En cambio, Amber, ella de igual forma entendió como manejar cada uno de mis siguientes movimientos, pero en balance de Frida, Amber los tocó de una forma que hizo que mis sentimientos los desarmara tiernamente en la marcha, pero a su vez, iba haciendo que yo mismo me fuera construyendo de vuelta, paso a paso.

Siempre buscó la más sencilla situación para devolverme esa paz, esa felicidad que tanto me hacía falta.

Ella hizo que perdiera esa inseguridad, porque me hizo reír cuando en el fondo ya no me quedaban fuerzas para hacerlo.

Solo ahí entiendes aquello que dicen, que, en un segundo una persona, puede hacerte sentir lo que otra no consiguió en mucho tiempo.

Llevaba varios días escuchando el casete que Amber me había regalado, ya que tiene gravadas la mayoría de mis canciones favoritas; siempre que escuchaba cada canción me hacía recordarla y el mensaje tan lindo que ella dejó en mí esa noche.

Una mañana me levanté ansioso porque al fin conocería el famoso hogar de Amber, porque, aunque ella estaba haciendo un increíble trabajo con el mío, tenía la curiosidad de saber cómo era el espacio que había construido para ella misma.

Era fin de semana y quedamos en que pasaríamos primero por algunas cosas para comer, ya que veríamos películas en su apartamento más o menos a las ocho.

Al llegar a la tienda pusimos de inmediato en el carrito de compras palomitas de maíz, refrescos, frituras y finalmente pasamos por algunos bagels para compartir.

El plan era perfecto. Dos amigos pasándosela bien.

Al entrar por la puerta de su increíble hogar me quede inmóvil y sin palabras al descubrir tal espacio, el lugar era súper minimalista, y aunque era muy pequeño todo se acomodaba perfecto.

Paredes blancas con grandes ventanales que llegaban de un extremo a otro, alcancé a captar una cocineta abierta con iluminaciones cálidas que estaba a un lado de un estrecho balcón, en el centro del lugar se encontraba una mini sala que presumía un sofá tan cómodo, grandes muebles de madera con tonos blancos, en una pared había cientos de tipos de flores pegadas con tape en diferentes lugares.

Había maniquíes que tenían algunos de sus mejores diseños, al fondo se encontraba su habitación, en donde resaltaba un amplio escritorio blanco donde había música, retazos de tela, polaroids y cientos de libros; parecía un mini taller de arte.

Seguí admirando cada alcoba de su apartamento, dejamos las cosas en la mesa y nos dirigimos a la sala; donde estaba situado un gran televisor y nos pusimos en acción para nuestra noche de películas.

La Melodia al Oir Sus Ojos +18 [ACTUALIZANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora