DanDías atrás, después de la video-llamada con la madre de Amber fue imposible que no se me partiera el corazón en dos al saber que Aurora no estaría en la gradación de Amber como lo habían soñado.
No sabía si yo aún estaría ahí cuando Amber y su madre se reencontrarán una vez más.
No sabía si el tiempo me daría esa oportunidad de poder mirar a Amber abrazar una vez más a su madre, o a sus hermanitos.
Y lo hice por ella, solo por volver a ver esa sonrisa de sorpresa engrandecerse al mirar los ojos de la mujer que le dio la vida; y valió la pena cada instante de silencio...
Esa noche, después de finalizar la llamada, Amber se quedó tan triste al saber que Aurora y Clío no tenían los recursos suficientes para viajar a Nueva York.
Tenía que ser yo, quien le regalara ese momento, regalarle un momento, uno de muchos que ella me había obsequiado a mí.
Hablé con la señora Sáez esa noche explicándole todo lo que tenía en mente, y luego con mis padres, ya que sabía que yo solo no iba a poder llevar a cabo este tan emocionante plan.
Y fue así, como al final cada momento de silencio valió la pena porque Amber volvió a brillar.
Disfrutamos cada momento del almuerzo con nuestras familias reunidas, me encantó conocer un poco más a las lindas personas que habían visto crecer a Amber.
Aurora, era una mujer bastante estricta, perfeccionista, pero podía notarse en su carácter que aun así tenía un alma emblemática, cariñosa, amable, y con un sentido del humor único y tan especial.
Clío, una pequeña muy conversadora, te mostraba una pizca de timidez, pero cuando te daba su voto de confianza te revelaba lo tremenda que podía ser, con una sonrisa única y un alma imparable.
Y de repente, frente a nuestra mesa se apareció el padre de Amber, de pronto pude notar como el miedo se apoderaba del rostro de Aurora y Clío, la tención nos consumía a todos los ahí reunidos.
Fue de camino a casa, donde Amber pudo contarnos a todos como había sido la charla con su padre y como al final habían podido cerrar un ciclo tan doloroso pero importante en sus vidas.
...
—¡Mira esto... cariño! —exclamó Aurora deteniéndose en el umbral de la puerta del apartamento de Amber—... pero que hermoso espacio han construido —me quedé justo al lado de Amber, sujetándola de la cintura mientras robaba su birrete de graduación y me lo colocaba en la cabeza.
—Y debió verlo cuando todo estaba situado en su lugar, ahora todo está lleno de cajas por la mudanza.
—Igual que el coche... —me aseguró Amber con una risita.
—¡Mira Má! ¡Cuántos dibujos!
—Algún día serás así de buena dibujando como tu hermana —me dirigí a Clío mirándola divertido.
—¿Y podré usar todos esos vestidos tan bonitos? Amber nunca los comparte.
—Eso tendremos que negociarlo —me incliné un poco para abrazarla.
Amber entró a su cuarto por un momento mientras me guiñaba un ojo haciendo un gesto juguetón, con esos ojos expresivos que me ponían de rodillas.
—¿Te gustan las sorpresas Clío?
—¡Ay sí, sí! —exclamó abriendo sus grandes ojitos oscuros.
—Pues en esa habitación —señalé la puerta de la recamara principal—... tu hermana tiene escondida una sorpresa que pronto vendrá a conocernos a todos —finalicé fingiendo una voz monstruosa. La enorme sonrisa de Clío se enanchó hasta sus mejillas abriendo la boca con emoción infantil.
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La Melodia al Oir Sus Ojos +18 [ACTUALIZANDO]
RomanceAmber es arrastrada a la abertura de una discoteca, donde conocerá a Dan, el guitarrista de la banda que pondrá su mundo de cabeza. El ritmo de sus vidas cambia cuando esta chica decide dejarle el móvil en la chaqueta con el pretexto ideal para volv...