«Muy cerca, de donde se viven las historias que se escriben con música».DAN
Dos meses después.
Abrí los ojos despertando del profundo sueño que había acabado conmigo la noche anterior.
Estaba frente a la ventana de mi apartamento y aún tenía las ultimas frases que le había querido decir a mi ventana atoradas en mi garganta.
Las patas de mi mecedora rasgaban contra el piso, y jamás había tenido tanto silencio delante mío, los suaves vendajes en mi pecho me devolvieron de golpe contra mi realidad, me levanté con cuidado percatándome del frío de la mañana, mi vista se enredó entre la mañana y ese calendario colgado en mi pared.
Llegué a la orilla de mi cama que permanecía tan fría y desolada y me uní a las sábanas.
Aún estaban en mis oídos las palabras de Thomas el día del trasplante: "la operación ha sido todo un éxito." Ya había pasado tiempo desde aquella vez.
El otoño reinaba una vez más en la fría ciudad de Nueva York.
Día cincuenta y nueve.
Ya habían marchado casi dos meses desde el día de la cirugía y yo sentía el pecho arder como la primera noche que pasé sin Amber.
Todas las madrugadas sin falta, aún rondaban los últimos ecos de su voz por las habitaciones del apartamento y sus pasos marchándose despacio aún me hacían despertar.
Cada noche me duermo con canciones de fondo, he colocado en su lado de la cama nuestra guitarra mientras este corazón ruega por anestesiar la soledad.
Mi casete logra amortiguar un poco el golpe que aún me causa dolor, pero no detiene el vacío. He llorado todos los días y en ninguno he tratado de minimizar el malestar, porque me prometí que le iba a llorar todo el tiempo que fuera necesario.
Las personas dicen que con el tiempo podré olvidar y terminaré por entender que ella ya no podrá volver; pero es imposible que alguien intente entender lo que no le ha hecho sufrir aún.
Porque nadie vive preparado para ver marchar a la persona que ama.
Es difícil, todo tu cuerpo se vuelve dolor, sigue siendo difícil despertar en estas cuatro paredes sin ella cada mañana.
He soñado con despertarme un día y encontrarme con el antídoto que me curará las heridas, pero sé que en el fondo el dolor no funciona así, sé que ese antídoto existe, que está en algún lugar, pero que todavía no he sabido bien como empezar a buscarlo... y tomará tiempo y sé que está bien.
El dolor no se esfuma tan fácilmente, sino que se aprende a vivir con él.
Estos meses he podido conocer a la versión más rota y despedazada de mí y aunque físicamente he ido recuperándome, mis sentimientos aún siguen por los suelos.
La manera en que aún la sangre de mis venas tiende del hilo del corazón de Amber que late en mi pecho, me presta la fuerza que tanto me hace falta para seguir. Y ha sido difícil, asimilar algo que aun se me hace totalmente imposible, pero que es real, y ahora vive en mi pecho.
Este apartamento sigue teniendo pintada la silueta de Amber por todas partes, y cuando llegué aquí después de un largo mes en el hospital, aun recordaba el último lugar donde la había besado.
No encontré el valor de volver a pisar su edificio, Johan y Owen se encargaron de traer a mi apartamento algunas de las cajas que habían quedado allí. Todas sus cosas permanecían aun aquí y no fui capaz de disponerme ningún día a abrirlas.
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La Melodia al Oir Sus Ojos +18 [ACTUALIZANDO]
RomanceAmber es arrastrada a la abertura de una discoteca, donde conocerá a Dan, el guitarrista de la banda que pondrá su mundo de cabeza. El ritmo de sus vidas cambia cuando esta chica decide dejarle el móvil en la chaqueta con el pretexto ideal para volv...