Día 25: Futuro

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Entró a la habitación donde descansaba Mista, acababa de ver al resto de su equipo que estaba en la misma situación que el pistolero, incluso más graves, pero gracias a Golden Experience había logrado sacarlos del peligro y ahora solo descansaban; las heridas se curaban pero el agotamiento continuaba y debía ser tratado de la manera tradicional. Vio a Mista acostado en la cama y como este se giró a verlo a penas entró y le dio una gran sonrisa que contrastaba con sus ojos cansados.

— ¿Cómo te sientes? — Preguntó el menor acercándose y deteniéndose junto a la cama.

— Mejor, pero creo que un par de días libres me vendrían bien. — Respondió Mista estirándose y acomodándose para quedar sentado en la cama.

— Eso se puede arreglar, aún hay un par de cosas que debo hacer antes de reclamar el puesto. — Giorno se sentó y su tranquila expresión cambió a una que Mista pudo descifrar contenía algo de nervios. — Primero hay algo que debo preguntarte. —

— Si lo dices así parece que me pedirás matrimonio. — Bromeó intentando relajar la tensión del chico, cosa que no logró. — ¿Qué sucede? —

— Es sobre tu lugar aquí, en Passione. — Se dedicó un momento a mirar sus pies tratando de prolongar sus palabras. Ya había hecho esto, lo había hablado con el resto y, si bien había incertidumbre y algo de temor, con Mista era aún mayor este sentimiento.

— Hey, cuando dije eso de ascender a Capo, estaba bromeando, no es mi estilo, además... — Con sus dedos hizo la forma de una pistola. — Me gusta más el trabajo de campo. —

Giorno suspiró medio resignado, por lo poco que llevaba conociendo a Mista sabía que era el tipo de personas que prefería ahorrarse los problemas e iba por lo sencillo, sin complicaciones, sin pensar demasiado, solo un hombre haciendo lo que tenga que hacer.

— En realidad, es lo contrario. — Eso captó la atención del pistolero. — Mista, ¿quieres seguir en Passione? — No hubo respuesta, el mayor lo veía con los ojos más abiertos de lo normal dando a entender que no se esperaba esa pregunta. — Te preguntaré lo mismo que al resto; si decides dejar la organización, estás en tu completo derecho de hacerlo. No te opondré irte y cada mes te llegará una cantidad de dinero por tus servicios y por tu apoyo en conseguir la derrota del antiguo jefe. —

— ¿Qué dijeron los demás? —

— Todos han elegido quedarse, a excepción de Narancia que sigue inconsciente, aunque Bucciarati aseguro que elegiría quedarse. —

— Y tú... ¿Quieres que me quede? —

— No se trata de lo que yo quiera, eres tú quien debe escoger. — Sin darse cuenta colocó su mano sobre la de Mista el cual no hizo nada por retirarla.

— ¿Pero quieres que me quede? — Con su mano libre acarició el rostro de Giorno, era tan suave como lo imaginó. — Porque yo quiero quedarme solo si es a tu lado. — Sonrió. — Después de todo, eres mi chico de la suerte. —

— ¿Sabes qué ya no será como antes? El trabajo se triplicará, habrán personas peligrosas que no estén de acuerdo con las nuevas políticas, no sabemos qué pasará. —

— Todo eso suena como una mierda, pero. — La mano que estaba bajo la de Giorno se apretó suavemente. — Si estaré contigo, lo demás no importa. —

— Mista. —

— Hagamos esto juntos. —

~❁~

Desde que vi la lista, esta era la palabra que menos me inspiró y no sé por qué, pero no la iba a saltar, así que hice lo que pude. Juro que las demás serán mejores y no serán tan cortos.
Cris se despide, bye.

GioMis Flufftober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora