GioMis Flufftober 2021

Día 29: Champagne

— ¿Me dirás a dónde vamos? — Preguntó Mista que era llevado de la mano por Giorno fuera de la casa.

— Espera, ya casi llegamos. — Respondió el rubio.

Fue cuestión de unos cuantos pasos más para que se detuvieran, justo en frente del árbol más grande del enorme jardín de la propiedad. Bajo su sombra había una manta extendida y en ella había comida y postres.

— No me digas que es una fecha importante y lo olvidé. — Dijo Mista viendo la escena frente a él.

— Nada de eso. — Abrazó al mayor por el cuello. — Solo pensé en pasar un momento juntos. — Se inclinó hacia adelante para depositar un beso en los labios de Mista. — Además, cualquier día que pase contigo es una fecha importante. —

— ¿Desde cuándo eres tan romántico? — Colocó sus manos en la cintura de Giorno y lo acercó más, le encantaba el olor de su perfume y champú.

— Aprendí del mejor. — Depositó otro beso y después se separó para nuevamente tomar la mano del pistolero y guiarlo bajo el árbol y sentarse en la manta. Tomó la botella de champagne que robó de la reserva "secreta" de Abbacchio y la abrió haciendo que el corcho salga disparado, seguidamente sirvió la bebida en un par de copas y le dio una Mista.

— ¿Esto no es de Abbacchio? — Preguntó Mista divertido, no podía esperar a ver la expresión del mayor cuando se enterara. — De por sí es gruñón contigo, te matará cuando lo sepa. —

— Tengo protección, Bucciarati no lo dejaría hacer eso. —

Ambos rieron y después se quedaron viendose el uno al otro. Todos los eventos que habían vivido para llegar a este punto de su vida habían sido difíciles y batallosos, pero no se arrepentían de ninguna decisión tomada, gracias a esto ahora podían estar así, frente a frente con el amor de su vida.

— Un brindis, por el mejor y más hermoso novio de todos. — Mista acercó su copa a la de Giorno.

— Yo también iba a brindar por ti. — Ambos rieron y chocaron sus copas mientras decían "Salud" para después beber de ellas. — Guido. — Le llamó y el mayor le miró como si estuviese en un museo apreciando la mejor obra de arte. — Te amo. —

— Yo también, te amo. — Tomó con su dedo betún del pastel que estaba junto al resto de comida y manchó la nariz de Giorno con este.

— No hagas eso, tarde horas preparando todo. — Giorno dijo entre pequeñas y suaves risas.

— Oh, ¿tú cocinaste todo esto? — Cuestionó sabiendo la respuesta.

— No me mires así, hacer llamadas a restaurantes y después pedirles a todos que coloquen todo aquí no es un trabajo fácil. — Se quitó el betún de la nariz y lo colocó en la mejilla de Mista.

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En mi defensa, no puedo escribir estando ebria. (?)
Cris se despide, bye.