𝐸𝑝𝑖𝑓𝑎𝑛𝑖𝑎 𝑬𝒑𝒊𝒑𝒉𝒂𝒏𝒚

3.

¿Quién eres tú?
Porque algo ha cambiado,
no eres la misma.
Lo odio.
Who- Lauv ft. BTS

Nicole

-Y ¿Tú quién te crees que eres?- me respondió Joselyn- Esto no es asunto tuyo, es algo entre mi novia y yo- dijo mientras resaltaba en voz alta la palabra novia.

-Me meto porque es mi amiga y no tienes ningún derecho a tratarla de esa forma- dije mientras miraba a Verónica pero ella solo comenzó a guardar su desayuno.- ¿Estás bien?- le pregunté mientras sostenía su brazo el cual tenía las marcas rojas de los dedos.

-¡No la toques!- gritó Joselyn.

-¡Basta!- salté del susto al escuchar gritar a Verónica- Muchas gracias por ayudarme, yo me ocupo y perdona una vez más las molestias.

Ella solo tomó sus cosas y caminó hacia la entrada de la cafetería, Joselyn trató de tomarla del brazo de nuevo pero Verónica se sacudió de una forma tan brusca y salió rápido de ahí.

Pude escuchar las voces a mí alrededor y pude ver que muchas personas me estaban observando, tomé rápidamente mis cosas y fui a mi siguiente clase.

Verónica

-¡Que sea la primera y última vez que me tomas de esa manera y armas un escándalo enfrente de todos!- le grité a Joselyn una vez que entramos al auto.

-¡¿Qué querías que hiciera?!- me gritó igualmente.

Yo solo inhale y exhale lentamente, si no me tranquilizaba las cosas iban a terminar muy mal.

-¿A dónde vamos?- preguntó cuando vio que encendí el auto y lo puse en marcha.

La ignoré y seguí el camino hacia nuestro departamento. Ninguna de las dos hizo ningún comentario durante el camino y eso nunca había pasado, a veces nos matabamos a gritos o alguna hacia algún comentario sarcástico pero en esta ocasión solo hubo silencio.

Cuando llegamos solo me estacione en el lugar que me correspondía, ella salió rápido del auto y caminó hacia la entrada del edificio.

Un breve pensamiento me pasó por la mente.

No quería arreglarlo.

Sentí que se me formaba un nudo en la garganta y mis ojos se llenaban de lágrimas y supe que estaba llegando a mi límite. Miré en dirección al edificio y vi a aquella chica.

Aquella chica que hace dos años y medio había tomado mi corazón, aquella chica a la cual le he dado todo de mí, la que con sus ojos color ámbar había cautivado mi atención desde el primer instante en que la vi.

La chica que me levantaba en las mañanas y siempre me sonreía, la que me ayudaba cada vez que sentía que no podía soportar mis estudios.

¿A dónde se había ido esa chica? ¿Cuándo había cambiado tanto?

Sentía que cada vez estábamos lejos, solo veía celos por todos lados.

¿Por qué creía que me atrevería a hacerle algo así? ¿Acaso no confiaba en mí?

Limpié mis mejillas y traté de alejar mis malos pensamientos, respiré profundamente antes de bajarme del auto y caminé en dirección a la entrada del edificio.

Cuando llegamos a la entrada del departamento ella no me miró en ningún momento y solo abrió la puerta y entró, caminó en dirección a su habitación pero la tomé del brazo y la jalé hacia mí.