capitulo 2

343 29 0
                                    

PASOS... PASOS... PASOS

Por los pasillos de aquella gran mansion, se podian oir los pasos de un soldado, además de que su armadura completamente de metal, también tintíneaba con el movimiento brusco que hacía este al moverse.

A aquel soldado no le tomó mucho tiempo llegar a una gran puerta de metal que era resguardada por dos soldado más (un poco más altos que él) que impedían la entrada a cualquiera que se acercara.

-¡Alto! -Se escuchó una voz un poco grave y que hacía gran eco en las paredes de aquel lugar en dónde se encontraban. Y acompañada de esa voz, se pudó oir el sonido de espadas siendo desenvainadas de su armadura.

Se detuvo.

-¿A qué has venido, soldado?-preguntó aquella misteriosa voz.

Aquel soldado que se detuvo a unos pasos de ellos, parecía no querer responder, además de que miraba con desdén a los soldados frente a él, pero sin tener mas que hacer, respondió.

Edric: ¡Háganse a un lado soldado!-dijo sin vacilar.

-A nadie se le permite estar aquí.-afirmó este- asi que mejor aléate-Advirtió.

Edric: ...

El joven soldado quedó en silencio por unos minutos y luego, continuó con su mision.

Edric: Mi reina requiere de la presencia de la prisionera en el salón del trono -Informó el soldado.

-Es extraño... ¿Por qué la reina querria a esa mugrosa en su salón?-se preguntó a sí mismo, rascándose la barbilla con una de sus manos.

Edric: No lo se... Pero son órdenes directas de ella y si te niegas, te irá muy mal, Matt-amenazó.

El soldado más alto se quedó un poco dudoso, pero no dudó más cuando su compañero a lado le tocó su hombro, dándole a entender que debía abrir aquella puerta.

Matt: Bien.., Guarda tu espada-dijo al soldado que tenia al lado y este obedeció.

Ante ese acto de obediencia por parte del guardia, el jóven soldado sonrió burlonamente a sus espaldas mientras sacaba las llaves de la puerta.

Edric: hehehe... Veo que que elegiste bien, mi amigo-dijo esta última palabra en un tono burlesco- claro y no es para menos... Ya que, tú y yo sabemos muy bien lo que la reina hace con aquellos que la traicionan o no la obeceden- continuo.

El soldado que abría la puerta solo se límitaba a escuchar la burla de su compañero.

Matt: Listo- dijo cuando terminó de abrir la cerradura de la puerta y abría paso al soldado- Ahí lo tienes.-Continuó.

El joven soldado con una gran sonrisa, pasó entre ambos guardias y cruzó la puerta, pero antes de eso...

Edric: Por cierto....-dijo mirando a ambos soldados( uno a cada lado de la puerta)- que no se te olvide que soy tu superior-finalizó su recordatorio con eso.

Ambos soldado solo se encogieron de hombros sin que los viera.

El soldado sin más que decir, decidió entrar de una vez a aquel pequeño cuarto oscuro, pudiendo distinguir gracias a los pequeños rayos de luz que entraban por la puerta, a la prisionera, la cual yacía arrodillada en el frío concreto con las manos encadenadas y extendidas de lado y lado y como si del peor criminal se tratara, también tenía cadenas en los pies e incluso en su cuello.

Corazones en Guerra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora