Capitulo 4

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MANSION BLIGTH- 1970

Alador Bligth era el hombre más grande y fuerte de todo el imperio Bligth. Su fuerza era tan grande que casi ningún soldado quería enfrentarsele en un mano a mano, por temor a que él los matara.

En el patio de su gran mansion, entrena con diez soldados a la vez y como era de esperarse todos perdían ante la grandeza de Alador.

Muchos de ellos terminaban con huesos y costillas rotas y otros no resisten el combate y terminan por morir a los pies de su rey.

Observar a el rey palear, era ver una gran masácre, pero para la pequeña Amity bligth era un gran espéctaculo.

Amity (10 años):  ¡Wow! ¡Papi! -exclamó asombrada la pequeña-
¡Eres muy fuerte! -continuó.

Alador: Claro que lo soy hija.- afirmó con toda seguridad.

El rey terminaba de hacer añicos a varios soldados, sin siquiera salir con un rasguño. Éste se acercó a su hija, para que ella corriera hasta sus brazos y así poder cargarla.

Amity: Papi de grande voy a ser igual que tú.- soltó derepente, mientras se aferraba muy fuerte de la espalda de su padre.

Alador: Igual a mí...-dijo- ¿cómo igual a mí?- preguntó con intriga.

Amity: Voy a convertirme en la mejor soldado de tú reino.-dijo mientras abría sus manos, dando a entender lo grande que era el reino.

Alador: ¡oh!. Mi pequeña Amity- exclamó con dulzura- Tú, no solo serás un soldado.- continuó.

Amity: ¿?

Alador: También serás mi sucesora.- dijo mientras miraba a la pequeña con cariño- Serás la dueña de esta mansion, de todo este pueblo y de cualquier otro que conquistes.- continuó.

Amity: Pero, eso es lo que hace un rey.- dijo.

Alador: Así es, mi pequeña-decía mientras se fijaba en su trono- Tú serás la próxima reina.- continuo.

A falta de una respuesta, Alador miró nuevamente a su pequeña en brazos y notó que ésta se había quedado dormida.

Esa niña dormida, representaba el miedo de Alador y tal vez muchos quieran hacerle daño por medio de su adorable hija.

Alador: ¡Barcus!- llamó a unos de sus soldados.

Y a los pocos segundos, apareció el soldado. Éste se inclinó ante su rey, mostrando respeto.

Barcus: Sí, mi rey. -dijo mientras se inclinaba- ¿Se le ofrece algo?- preguntó una vez que pudo.

Alador: Sí... necesito algo. -dijo- Necesito que me dígas, ¿Por qué nuestros soldados son tan débiles?-continuó.

Barcus: La verdad... creo que debería ponerlos a entrenar más, señor- respondió cortezmente.

Alador: Estos inútiles, ya no tienen más que dar.- dijo mientras miraba a los soldados derrotados- Ya llegaron a su límite.- continuó.

Barcus: B-bueno señor, tal vez debería desterrarlos.-sugirió el hombre.

Alador: No... tengo una mejor idea.-dijo friamente.

Barcus: ¿Y, cuál es señor?-preguntó.

Alador: Muchos de los soldados, son padres. -dijo mientras volvía su mirada a la pequeña Amity- Quiero que entrenen a los niños, para que crezcan con un mejor potencial en ellos- continuó.

Corazones en Guerra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora