29- Champagne

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A Taehyung y a Yoongi les gustaba mucho pasar horas acurrucados, sin hacer otra cosa más que darse mimos y decirse palabras de cariño.

Como ahora, que afuera llovía como si el cielo nocturno se fuera a caer, y ellos se encontraban acostados cómodamente en su cama, mirando una película y bebiendo un poco de champán.

Les gustaba beber aquella bebida espumante acompañada de caramelos y otros dulces. Un placer culposo que descubrieron en una de sus cenas de Navidad, donde se dieron cuenta que eran adictos a comer confites en compañía de lo que usaban para hacer el brindis.

A algunas personas les gustaba acompañar el vino de quesos, a otros les gustaba acompañar la cerveza con frituras. A ellos les gustaba acompañar la sidra o el champán con dulces. Seguro es una de esas cosas de almas gemelas, piensan ambos.

En un momento de la noche, la película comenzó a quedar en segundo plano, y los pequeños roces de carácter inocente comenzaron a volverse cada vez más insinuosos. Siempre que estaban abrazados, les gustaba estar muy cerca, con sus mejillas pegadas y frotándose de forma mimosa, de vez en cuando les gustaba mirarse y sonreír cuando las narices se rozaban y un pequeño beso no se hacía esperar. Pero ahora, esos besos comenzaban a ser más insistentes, dejando de ser lo que eran en un inicio.

Taehyung soltó algunas risitas cuando Yoongi pasó una de sus manos detrás de su oreja para que no se apartara y comenzó a besarlo con más pasión a medida que pasaban los minutos, dando a entender que quería que pasara algo más esa noche. Yoongi casi nunca era quien iniciaba los encuentros, quizás muy tímido para ser tan abierto al respecto, por eso no pudo evitar pensar que el alcohol había hecho de las suyas y no le molestaba en lo absoluto, le gustaba recibir sus atenciones.

Fue así que, desinhibido por el alcohol en su sistema y con la serotonina un poco alta por el azúcar de los caramelos, las ropas comenzaron a caer una por una, permitiendo a los cuerpos desnudos encontrarse sin barreras de por medio.

Los besos y las caricias siguieron. Taehyung quedó boca arriba, su respiración estaba acelerada, su corazon desbocado, embriagado con la forma en la que Yoongi se reclinó sobre él, entre sus piernas, pegando su torso contra el suyo mientras besaba su cuello y simulaba embestidas para relajarlo.

Le gustaba mucho lo cerca que estaban en esa posición. Poder sentir el corazón del otro retumbar contra el suyo, compartir miradas y besos, y poder decirse cuanto se amaban de vez en cuando. Era algo que le encantaba experimentar en cada encuentro.

Lo que sentían cada vez que hacían el amor era algo que no podían describir. Era una sensación desesperante que aceleraba sus corazones, era la necesidad de fundirse con el otro hasta volverse uno solo y poder sentirse completos en su totalidad, poniendo mente, cuerpo y alma en esa sola acción.

-Te amo.

Taehyung no pudo responder cuando, luego de terminar de prepararlo, sintió cómo el miembro de Yoongi se presionó contra su entrada, deslizándose con cuidado y cariño dentro de él. Un gemido salió de su boca, un poco de dolor y placer entremezclados, mientras que su prometido permaneció quieto, esperando que se relaje dejando muchos besos en su rostro y cuello.

Cuando el ardor inicial de la intromisión mutó a un ardor placentero, Taehyung le asintió con la mirada vidriosa, y entonces con esa confirmación, Yoongi comenzó a moverse.

Sus manos yacían entrelazadas juntas, y las respiraciones de ambos se tornaron febriles mientras las embestidas iban aumentando la velocidad. Taehyung sentía corrientes de placer zarandear por todo su cuerpo cada vez que el miembro de Yoongi rozaba su punto dulce, provocando que espasmos de placer lo hicieran contraerse a su alrededor, haciendo que Yoongi gimiera con voz grave y sus embestidas se volvieran cada vez más erráticas y desesperadas. Ambos estaban por alcanzar el tan ansiado climax.

Cuando fue imposible seguir alargando ese momento, ambos se entregaron al orgasmo que estalló dentro de sus cuerpos. La sensación de dicha era como de fuegos artificiales, ninguno podía describirlo de otra forma.

Un gemido escapó de ambos antes de que cayeran rendidos sobre la cama y todo lo que se escuchará fueran sus respiraciones agitadas. Taehyung se dedicó a peinar con una de sus manos los cabellos transpirados de la nuca de su prometido, quien dejó caer su peso sobre él, esperando a que ambos se recompusieran del reciente orgasmo.

-¿Nos bañamos juntos y luego volvemos a dormir? -Sugirió Yoongi luego de un rato, reincorporándose.

Taehyung sonrió encantado. Siempre después de hacer el amor, venía una sesión de after care que ponia fin a un encuentro perfecto. Y le encantaba, le encantaba recibir mimos de su prometido, porque no ocurría seguido, o al menos, no hacía que durara tanto. Yoongi era como los gatos, era mimoso, pero siempre duraba poco su predisposición a aquello.

Definitivamente compraría champaña más seguido si eso significaba que recibiría una noche tan buena como esta.







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Gente no se asusten, Yoongi no estaba tan ebrio, sólo estaba deshinibido y eso le dio el carácter para hacer lo q por lo general se reprime hacer porque es un tipo tímido. Sobrio también es lindo, pero no tanto xD oc en esta casa no se romántiza el alcohol ni tampoco se condena jeje lo dice alguien que no bebe alcohol pero tolera a los q sí, ojalá yo recibiera el mismo trato pero bue gente normal..

Flufftober taegi/yoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora