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N/A: No me pregunten cómo pasó, pero de pronto empecé a escribir de nuevo. No es mi mejor momento pero esta es mi única aportación para el snstober2021 como mala escritora que soy, enjoy!

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—No me gusta todo esto —el joven rubio juntaba las cejas denotando su enojo. Como si no fuera suficiente la tensión de sus palabras y su cuerpo para darse cuenta de eso. Habían salido a cenar, celebrando que Naruto regresó de su odiosamente larga misión. No todo salió bien.



—Estás llevando todo a un lugar donde no debe —Sasuke permaneció estoico. Su rostro hermoso y robótico no era más que una máscara molesta que deseaba arrancar. Ahora más que nunca—. No me aceptarán ahora. Y nada que hagas tú va a cambiarles la opinión.



—No me gusta como te tratan, no me gusta cómo te... —Naruto respiró profundamente al recordar que debía hacerlo si explotar no era una opción—... Cómo te miran.



—Estuve en prisión. Soy un renegado para ellos aún, y tomará tiempo que se acostumbren a ver a un tipo como yo allá afuera. No es la gran cosa.



Tal vez lo era, pero nunca iba a admitirlo. Había pasado toda su infancia deseando merecer el nombre de un Uchiha. Ahora ni el apellido le quedaba.



—Fuiste lastimado —Naruto apuntó— y usado. Tú no mereces esto.



—Tú los perdonaste. No me importa lo que digan de mi. Me importas tú.



Naruto se quedó alelado en su lugar, con el ceño fruncido por el enojo. Tan estúpido.



—Confío en ti. Y no quiero que te metas en problemas por defenderme. No quiero que te arrodilles o supliques por mi vida. Yo he... Tomado mis decisiones.



Sabía lo del Raikage. Naruto se coloreó de mil tonos en la cara, pero Sasuke no cedió su estúpida y genial expresión.



—Debo hacerme cargo de mi propia vida.



Sasuke se acercó a la cama donde Naruto había estado sentado antes de discutir, y se dejó caer denotando lo cansado que estaba. Naruto miró por encima del hombro, y un momento después sintió que el espacio de al lado se hundía con el peso del otro.



No dejes que mi tristeza se vuelva odio.



—Está bien —Naruto se había girado de lado, apoyándose en un codo. Fue espontáneo. 

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