Descripción: Post-guerra, Angst, Comedia ligera, POV Sasuke tercera persona, Sentimientos resueltos, Combustión lenta, NARUTOE DATE CUENTA.
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—No estoy triste.
Ya se lo habían preguntado. Él estaba perfectamente bien.
—Mis pesadillas no son recurrentes.
Mintió. El pasado venía a él como un fantasma, y prendía fuego que combustionaba culpa.
Konoha y su estúpido sistema psiquiátrico. No quería preguntar si le dejarían marchar al día siguiente, cuando saliera el sol y él pudiese verlo una vez más. No era como si el encierro de un año le hubiese afectado de alguna manera, pero quería respirar. Fuera de esa estúpida aldea, de esa estúpida gente con mil motivos para odiarle. Fuera de todas esas razones que le gritaban que todo lo que ocurría, se lo merecía.
La mujer tras el escritorio, lo supo, se había mostrado atónita por su belleza carcomida. Sasuke siempre había estado consciente de su apariencia, una magia misteriosa y un poco de herencia le habían hecho adoptar el rostro de una mujer hecha hombre. Sonaba extraño en tiempos tan arcaicos, pero Orochimaru le había dicho alguna vez que su cuerpo poseía algo hipnotizante. Entonces lo pateó en las pelotas, no queriendo volver a escuchar de él esas palabras.
No de él, al menos. Había alguien.
Pero él siempre había sido todo lo que había querido alguna vez, y a como era su vida desde que era un polluelo, nunca le ponía cosas en bandeja de plata que valiesen la pena. Por esto, la única persona que Sasuke necesitaba, no estaría a su lado. Prefería pasarla solo. Es por esto que cuando su antiguo equipo, Taka, ofreció su compañía para el siguiente viaje de un año, él amablemente rechazó la propuesta. Después de todo, ellos a pesar de saberse utilizados al final desarrollaron alguna especie de cariño que Sasuke no creía merecer.
Tenía apenas 19 años cuando terminó de comprar ropa nueva y calculaba las provisiones para los días venideros. Lo habían dejado salir a eso de las doce del mediodía, y hacia las cinco ya tenía listo su inventario. Solo quedaba la charla definitiva con su maestro de equipo genin. Qué maravilla.
Quería irse esa misma tarde antes del anochecer, pero al parecer el universo le negó todas las posibilidades.
—Iba a darte más tiempo para pensar lo que querías hacer a partir de ahora, pero parece que tuviste mucho allí dentro.
Kakashi se inclinó en el respaldo de la silla, sabiendo a la perfección quién era el dueño de la ropa oscura que entró de pronto en su oficina. Estaba esperándole y no le reprendió que no le llamara Sexto las primeras veces. Había soportado mucho de su mejor estudiante –refiriéndose al más talentoso y peligroso de ellos- y una cosa más no iba a afectar el extenso historial que tenían en su extraña interacción.
—Quiero irme. Un par de años, tal vez —Sasuke no había pensado en el plazo—, necesito encontrarme.
La verdad era que Sasuke no quería pasar ni una hora más de lo necesario dentro de Konoha. No solo por el hecho de que se sentía arrinconado, en cualquier momento del día podían darle un ultimátum. Estar acostumbrado no significa que no estuviese cansado del mismo estilo de vida, desde que su hermano fue tomado como prodigio y él fue arrastrado a seguir su camino. Tanto figurativa como literalmente, años después de la masacre.
—¿Sabes que para ese tiempo yo ya no seré Hokage, verdad?
Sasuke sabía muy bien que Naruto no tardaba en tomar el puesto. Sabía que, en el mejor de los casos, el rubio idiota se resignaría a mirarlo reportarse cada dos o tres meses para reforzar su voto de lealtad hacia la aldea (cosa que hacía porque no le quedaba de otra, no era conveniente andar solo por ahí, con un brazo y su cama andante para ser atacado) y volvería a su puesto soñado, a sus riquezas bien merecidas y al amor de una mujer que pudiese darle todo lo que él nunca podría.
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narusasu everywhere
Fiksi PenggemarHistorias cortas, poesía barata y un impresionante intento por encarnar a mis dos personajes más queridos, amados, odiados en diferentes escenarios: Naruto (el molesto, ruidoso, apasionado) y Sasuke (emocional, estoico, moronsexual). Los personajes...