volveré

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Descripción: Universo Alternativo, Angst, POV Sasuke. Inspirado en la canción "Ghosting" de Mother Mother, escúchenla, lloren, y nada, perdón.

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Alguien me mató.



Pero supe que después de mí, él se desangraría pronto.



Intenté gritar tu nombre para que lo supieras, para que te dieras cuenta de que estaba a punto de irme. No sé si me escuchaste o no, no sé dónde estás. Solo sé que abrí los ojos, me dolían las costillas y el cuello, me crujían los huesos. Tenía las rodillas y los codos repletos de lodo, lo siento, no debí manchar las malditas sábanas. Me pongo de pie con dificultad, de pronto me siento más ligero. Es como si el tiempo se hubiese detenido.



Cuando veo alrededor, hay un montón de cosas que voy recordando de a poco. Tu chaqueta está en la silla, como siempre (siempre te digo que la cuelgues donde va), las fotos en la repisa (una de tu graduación, otra de la boda, otra tal vez de un viaje que ya no recuerdo), los zapatos que me quité esa mañana quedaron en una esquina, donde me gusta ponerlos porque te quejas de tus tropiezos y yo me quejo de tus quejas. Me veo al espejo, pero solo hay un vacío espacio donde se supone que mi cuerpo podrido se refleja. Volteo hacia la ventana por pura inercia al escuchar tu motocicleta llegar. Sé que eres tú al instante, y sé que eres tú porque escucho tus pasos característicos en la entrada. Me habría gustado tener la cena lista para cuando llegaras. Se está haciendo tarde, los colores en el cielo que pintan la pared blanca de la habitación me lo dicen sin darme cuenta.



Bajo la escalera sin hacer ruidos a pesar de que mis pies me atraigan con una terrible fuerza de gravedad. Te veo dejar los recibos en la mesa de la entrada, te quitas la chaqueta del trabajo y sé que lo piensas bien antes de dejarla tirada por allí.



¿Sasuke? Preguntas. Pero no hay respuesta. Habría intentado responder, de no ser porque me di cuenta de que la barrera que nos separaba era mucho más espesa que un aislante de sonido como el de nuestra habitación. Corres escaleras arriba como si supieras que te espero, y minutos después de que se abran todas las puertas, bajas otra vez y recorres toda la planta baja como si temieras encontrarme en un rincón. Está bien. Me empiezo a aburrir de esperarte sentado en el sofá. Esperar que de pronto puedas verme.



Haces un sonido con los labios, rechinando la lengua, antes de revisar tu celular y comenzar a marcar un número. Supongo que mi celular está sonando, porque el pitido interminable anuncia algo que no te gusta. Contestaría si pudiera.



Hoy luces muy bien. Me causa nostalgia ver tu cuerpo bajo la ducha. Eres un manojo de vellos y cabellos rubios repartidos por lugares que solamente yo tuve el placer en vida de tocar. Tu cabello mojado se oscurece un poco y se aplasta contra tu cráneo, pero no deja de ser lo más malditamente gracioso y tierno que he visto. Cuando sales del baño con una toalla en la cadera no esperas otro segundo para llamar otra vez a mi número. La pantalla dice Sasuke, eso veo mientras arrojas el celular esperando que responda y escuches que te regaño por tu altavoz. Esperas que te reproche porque estoy regresando del trabajo, atorado en el tráfico de la tarde de sábado. Excepto que no lo estoy. Creo que tienes el presentimiento de que jamás volveré del trabajo.

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