— ¿Querías hablar conmigo? —Chifuyu entró en la habitación.
—Sí, pasa. —respondió Mikey.
— ¿Qué ocurre?
—Dime dónde está..
— ¿Qué?
—Dime dónde está Takemichi.
La mirada de Mikey era muy difícil de identificar, era como si estuviera necesitado de saberlo, cosa que Chifuyu despreció bastante, Mikey a sus ojos, se veía justo como un depredador con ansias de su presa.
—No lo haré.
— ¿Disculpa? —el ambiente se había transformado inmediatamente, porque Mikey borró cualquier rastro de simpatía, a uno más peligroso y amenazante— Es una orden, dime dónde está.
—Y yo te estoy respondiendo que no, de mi parte no obtendrás nada.
Los gruñidos no se hicieron esperar, entre dos alfas, era muy difícil que el otro cediera ante la voz de mando contraria pero aún así, persistían en utilizarla.
Las feromonas se comenzaron a dispersar por todo el lugar, ya ni siquiera estaban en una conversación, alguno de ellos estaría dispuesto a atacar en cualquier momento y lamentablemente Chifuyu no tenía oportunidad alguna contra la fuerza de Mikey.
Sin embargo, sea el resultado que sea, no se atrevería a decir nada.
—Maldición, ¡No cuesta nada decírmelo!
—Ya te dije que no.
— ¡Haz lo que te digo! —Mikey sacó sus dientes tratando de imponer lo que quería, y Chifuyu se puso en posición de ataque, no importaba que muriera, ninguna palabra saldría de su boca.
Era claro que Mikey estaba demasiado necesitado por la información, y era hasta un punto demasiado preocupante, jamás se le había visto así antes y que esté tan ansioso por una respuesta cruzaba la línea de lo obsesivo-
Pero, no era Mikey quien estaba hablando en esos momentos, ¿Verdad? Era su alfa, exigiendo la ubicación de Takemichi.
Tenía que hacer algo ya, si Mikey se estaba dejando llevar o si estaba por perder el control, esto ya era muy alarmante, y definitivamente su vida corría peligro, ya esto no podía controlarlo ni él, y solo era cuestión de tiempo para que sucumbiese ante la intimidación ajena, porque poco a poco Chifuyu estaba empezando a marearse.
Cuando a la edad de quince o dieciséis años se presenta tu segundo género, lo primordial es aprender a controlarlo, porque a partir de ese momento, ya no eres uno solo viviendo en tu cuerpo, tienes una criatura salvaje dentro tuyo, capaz de actuar por puro instinto y sin darle importancia a la razón.
Si eres omega, esta parte tuya siempre será más fácil de dominar, porque son criaturas salvajes pero más dóciles y amigables a diferencia de los alfas.
Un alfa es prácticamente todo lo contrario, fiero y revoltoso, no se deja dominar y siempre busca someter a los demás para que acaten sus órdenes, no les gusta obedecer o entablar una buena sincronización con su parte humana y eso provoca que tengas mayores dificultades con lograr una buena estabilidad de ambos lados.
Mikey, hasta donde se sabe, desde que se presentó como alfa, siempre ha rechazado esa parte suya, solo la usa para controlar o intimidar a los demás cuando lo necesita, jamás le ha permitido a su otra mitad poder expresarse o presentarse libremente, siquiera para congeniar, y eso ha provocado muchos incidentes y conflictos consigo mismo, que desembocaron en algunos desastres o accidentes de los cuáles jamás se deben hablar o recordar.
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Unión Despreciable [MikeTake]
RomanceLa Tokyo Manji es la peor organización criminal actual más peligrosa y dispersa de Japón, trabajando en una variedad de actividades ilegales, como fraude, extorsión, y narcotráfico. Únicamente liderada y conformada por alfas y betas hasta lo que se...