Capítulo 22

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—No puede ser...

Esto tenía que ser una broma.

—Mikey, ¿Él no es- —Mikey se levantó del escritorio sin escuchar a nadie absorto en un solo pensamiento, y salió de la habitación en busca de Takemichi, pero antes de llegar al cuarto del omega, justamente se cruzó con él a medio camino.

—Necesito hablar contigo. —ambos lo habían dicho al mismo tiempo, pero sólo a Takemichi le había causado gracia, Mikey no estaba para nada feliz.

— ¿Crees que podamos ir a un lugar en privado para conversar? Es algo importante. —Takemichi lo había agarrado de las manos, se veía tan nervioso y las feromonas que soltaba eran tan dulces y amorosas que solo incrementaron la confusión del alfa en esos momentos.

—También tengo algo importante que decirte, no hay tiempo-

— ¿Quieres ir al lago? —cuando el omega estaba por jalarlo de las manos, Mikey lo atrajo hacia él, con una mirada angustiada juntó ambas manos.

—Takemichi, espera.

— ¿Qué pasa? —Takemichi posa su mano en la mejilla del alfa— Estás pálido.

—Tienes que venir conmigo a mi oficina ahora, hay algo que-

— ¡Jefe! —el subordinado de antes interrumpió su conversación para entregarle un sobre, pero este era mucho más delgado. Takemichi estaba confundido por lo que estaba pasando, Mikey recibe la carta y la abre de inmediato, no lee más de dos párrafos y mira al contrario totalmente acongojado.

—Mikey, ¿Qué sucede?

—...Han secuestrado a Tadashi.

Solo cuatro palabras.

Solo cuatro palabras bastaron para poner el mundo de Takemichi de cabeza.

No, no podía ser cierto...

Tenía que decirle que no era así.

Su hijo no podía estar secuestrado, ya debería estar de camino a la finca, Hisashi y Hashiro siempre traían a su hijo antes de las tres, cuidaban de él, lo mantenían a salvo.

Su hijo no podía estar...

—Dime que no es cierto... —la voz tan apagada del omega solo causó que el pecho de tanto el alfa y el beta presentes se apretujara— Dime que no es cierto Manjiro, dímelo...

Las feromonas de Takemichi se expandieron por todo el lugar, lo que sentía en esos momentos no podría describirlo con ningún otro sentimiento, sobrepasaba cualquier cosa comparada al terror y al pánico, en un acto desesperado arranchó de las manos de Mikey la carta recibida y leyó lo que había en ella.

"Él esta en nuestras manos, ven a esta dirección..."

"Si vienes con alguien más, despídete del niño."

"...Y si Mikey cruza la frontera, me encargaré de que sufra."

Reconocía la dirección, Akihabara, Tokyo.

Lo habían llevado a otro distrito en Japón sin que él se hubiera dado cuenta...

No le hablaban a nadie más que no fuera Takemichi. Fueron directos, no dieron ninguna pista y ni una pizca de información extra para descifrar, no había intercambio monetario, era claro que querían que fuera solo. Sólo adjuntaba una dirección y una única advertencia: Que Mikey no cruzara la frontera.

El omega cayó al suelo de rodillas, no, no pudieron haberse llevado a Tadashi, él jamás se junta con extraños, no podían hacerle daño porque él es solo un niño, él es un niño obediente, él es un niño bueno...

Unión Despreciable [MikeTake]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora