¿Dónde estoy?, ¿porqué..?.
- ¡Lo estamos perdiendo, señor!.
- ¡El desfibrilador, rápido!.
- ¡Sus signos vitales están decayendo con rapidez!, ¡necesita ir a cirugía, de inmediato!.
De alguna manera, se sentía perdido y casi ido por completo. Lo único que le mantenía aún despierto, era que ahora le estaban dando oxígeno y las descargas eléctricas a su cuerpo.
¿Como las sentía?, no estaba seguro.
De lo que estaba seguro, es que en la lejanía del quirófano y el pasillo, podía ver perfectamente el espejismo de esa adolescente que lo había estado poniendo loco por su perdida.
Nene.. yo..
Pronto, Yugi-sensei.. pronto.
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.Ese mismo día, tras finalizar la nota que había escrito para su dulce alumna, se mentalizo a si mismo no dejarse llevar por las emociones, pues no podía ir a clases al día siguiente si lo hacía, por lo que se prometió no llorar.
Al ser llamado desde el piso de abajo, el maestro se guardo el regalo que le dejaría a su fallecida amada y se volvió a colgar el broche de siempre al cuello, ya que se lo había tenido que quitar para no mojarlo después de haberse dado un baño esa mañana. Tomo su celular y las llaves de la casa que tenía en su oficina, y de inmediato empezó a caminar hacia la salida de la misma, para ir corriendo escaleras abajo y tomar el ramo de camelias que había encargado solo para ella hacía un par de días con la florista más cercana a su hogar. Se colocó las botas antes de salir y pronto se vio afuera, siendo recibido por la queja de Tiara al tardarse tanto y por la sonrisa brillante de su hermano mayor al verla algo nervioso y sonrojado por lo que haría ese día.
Se subió al asiento del copiloto, dejando en manos de Tiara el ramo de flores, y los tres pronto emprendieron el viaje hacia el cementerio en que la madre de Kou y la alumna de Amane estaban enterradas.
De camino al lugar, el rubio trato de calmar la ansiedad de su mejor amigo por todos medios posibles. Desde el sonido de la radio y la música del momento, hasta sus chistes malos y algunos anécdotas curiosos que había tenido el maestro de economía doméstica con alguna alumnas (como el recibir muchos halagos y demasiados piropos). Incluso le comento la posibilidad de que el joven Mitsuba le atrajera, pero no entro en detalles porque sabia que su hermana menor lo dejaría en ridículo o estaría de celosa por el chico de ojos tornasol.
Pero aún así, no consiguió que el Yugi despegará la vista del broche que usaba con amuleto de la suerte.
Se le notaba en serio que estaba muy preocupado por lo que sucedería.
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.Pasadas un par de horas, el trío ya estaba bajándose del auto, notando, aún teniendo la ropa de invierno, el frío del mismo. La mas pequeña se abrazó a si misma junto con el ramo que era del Yugi, y pronto fue cubierta con otra chaqueta que era perteneciente a su hermano mayor Teru (quien había olvidado esa prenda la semana pasada en ese coche). Inmediatamente el oji ámbar le quitó las flores para que pudiera colocarse la grande chaqueta que tenía sobre la hombros, y una vez se la puso, Amane tomo su mano para poder repartir le calor en lo que Kou sacaba las cosas para la tumba de su madre, aunque realmente estaba teniendo problemas para eso, pero dijo que no había nada por lo que preocuparse, así que los otros dos le dejaron con la que hacía.
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10 Razones por las que debí enamorarme de Yashiro Nene ❀ 『 AmaNene 』
Hayran KurguHa pasado un tiempo desde la última vez que Yugi-sensei vio a la alumna que le había robado el corazón sin notarlo, y ha pasado un tiempo desde su ausencia en la escuela. Nunca quiso pensar en lo peor tras abandonar el hospital, porque algún día le...