Bueno, los pongo un poco en contexto. En esta historia Vinna es hombre, se llama Vinn porque no le quise cambiar el nombre jaja. Ahora sí, con ustedes las advertencias:
-Yaoi (contenido hombre con hombre).
-Contenido sexual.
-Conductas sadomasoquistas un poco fuertes.
-Manipulación emocional.
La historia a continuación no es un romance, tampoco demuestra la manera correcta de iniciar una relación de BDSM ni las conductas adecuadas. Ninguno de los protagonistas actúa de manera correcta, no hay un "malo" o "víctima" en esta historia. Recuerden siempre que es ficción y que si no les gusta pueden simplemente pasar a leer otra cosa.
Y si les gustan este tipo de historias pues disfruten y voten jsjsjs, muchas gracias:D.
Fanart: Artworkbyzuli (instagram).
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PARTE I
Siento mi cuerpo ardiendo y sudando, hay una extraña inquietud recorriendo mis venas, subiendo hasta mi cerebro, nublando mi razonamiento. Y ni si quiera hemos empezado. Había sido empujado a la cama con algo de brusquedad, se acercó y me observó con esos ojos dominantes del color de la esmeralda, desbrochó su cinturón y sujetó mi cabello cereza con una de sus manos, jalando sin la mínima delicadeza.
— Levántate.
— Creí que ya no querías hacer esto. —dijo el pelirrojo mirándole divertido a los ojos.
— Cállate, ya sabes que hacer.
Sí, él tiene razón, ya sé que debo hacer. Me apoye en mi brazo estando acostado de lado, entonces tomé su miembro con mi mano libre y bese la punta un par de veces antes de lamerla y comenzar a masturbarlo. Su mano no suelta mi cabello y yo sé que en cualquier momento me hará atragantarme con su pene.
— Vaya, sigues siendo bueno incluso después de estos meses. —menciona cortante, sin mucha expresión en su rostro— De seguro estuviste chupando penes todo este tiempo. Eres un pervertido después de todo.
Y ahí vas de nuevo, a reducirme a un simple chupa penes. Aunque realmente no me importa si viene de ti. Si estamos en esta situación es por mi culpa. Saboreó el líquido preseminal que brota de su miembro y le aguantó la mirada aunque me de algo de miedo. Como era de esperarse, su mirada no es exactamente de excitación, pareciera que me odia y que le gusta humillarme de esta manera, aunque al final de cuentas quien más disfruta estos ratos soy yo.
— Aliméntame, Eren... —jadeó al separar por un momento su boca del miembro erecto.
